Miriam Germán asegura no cogió presión de sectores que ven la justicia como un juego de intereses

Miriam Germán asegura no cogió presión de sectores que ven la justicia como un juego de intereses

Santo Domingo, 23 jul (EFE).- La procuradora general de la República, Miriam Germán, repasó este martes sus cuatro años al frente de dicha dependencia, de la que, dijo, se va “tranquila”.

Al concluir su discurso de memoria de gestión (2020-2024), Germán citó una milonga cuya letra dice “el valor que pedí me fue concedido, el coraje me llegó cuando era debido, ni gané, ni perdí, solo me marcho tranquila”.

La procuradora, que ha dedicado la mayor parte de su vida profesional al sistema de justicia penal, había adelantado que el próximo 16 de agosto dejará el cargo, en el que, según reveló este martes, ha enfrentado “cuestionamientos sobre la legitimidad e independencia de la institución”.

Durante su gestión, añadió, se ha “trabajado arduamente para fortalecer la confianza pública y demostrar que el Ministerio Público es un órgano independiente que actúa únicamente de acuerdo con la ley”.

Sin embargo, reconoció que no ha sido “una tarea sencilla”, ya que, indicó, “existen resistencias, choques de estilo y prácticas que deben ser desarraigadas, así como nuevos enfoques que hay que imponer”.

“Moldear una institución que durante años ha tenido limitaciones importantes es una tarea ardua y, a pesar de los escollos encontrados”, aseguró, “hemos avanzado en la dirección correcta”.

Detalló que una de sus prioridades ha sido empoderar a los miembros de la institución para que ejerzan sus funciones de manera responsable y afirmó que solo ha intervenido “cuando ha sido estrictamente necesario, para definir criterios consistentes en la persecución de los delitos o proteger a las poblaciones vulnerables. 

Admitió que ha tenido “diferencias con algunos miembros de la institución, alcanzando consensos en algunos casos y no llegando a acuerdos en otros”, y que su visión de conducir esta institución “no es compartida por todos, y eso está bien”.

“Lo que no me pude permitir fue claudicar ante la presión de sectores que entienden que la justicia es un juego de intereses individuales y no una vocación sagrada: mis principios se imponen ante todo”, subrayó en su discurso.