Nestlé anunció el jueves un volumen de ventas muy inferior a lo previsto, lastrado por la baja demanda de los consumidores en Norteamérica, en momentos en que el grupo suizo se ve sacudido por polémicas en torno a sus aguas minerales.
El gigante de la alimentación –propietario entre otros de Nespresso, Maggi y KitKat– publicó unos ingresos a la baja del 5,9% en comparación al primer trimestre del año pasado, hasta 22.100 millones de francos suizos (24.190 millones de dólares) , por debajo de las proyecciones.
Aunque muchos analistas ya pronosticaron un repliegue del volumen, su contracción fue mucho más marcada que lo previsto, de un 2%. Los expertos auspiciaban un retroceso de media del 0,7%.
El grupo atribuyó está reducción del volumen “a la baja demanda de los consumidores en América del Norte”, especialmente en los productos congelados, cuyas cifras cayeron un 5,8%.
El dueño de marcas como Perrier, Contrex y Vittel se vio sacudido por las informaciones de la prensa en Francia y Suiza sobre los tratamientos prohibidos ultravioletas y de filtros de carbono activo en algunas de sus aguas embotelladas.
En Francia, la filial Perrier tuvo el miércoles que dejar de explotar uno de sus pozos, en el sureste del país, y destruir “por precaución” dos millones de botellas, tras encontrar bacterias “de origen fecal” que podrían estar relacionadas con las fuertes. lluvias en la región, según la empresa.