Taro Akebono, el luchador de sumo nacido en Estados Unidos que se convirtió en el primer gran campeón o yokozuna no japonés, ha muerto a los 54 años a causa de una insuficiencia cardíaca, según confirmó este jueves la asociación de sumo.
Ganador de 11 campeonatos (la décima mayor cantidad en la historia del sumo moderno), Akebono era físicamente imponente en el mejor momento de su carrera con 203 centímetros de altura y 233 kilogramos de peso, hasta tal punto que su estilo de lucha dependía de su inmenso tamaño para impulsar su enemigos fuera del ring.
Nacido como Chad George Ha’aheo Rowan en Hawaii, Akebono era un jugador de baloncesto universitario que fue reclutado por el jefe de un gimnasio de sumo japonés, que también era hawaiano.
De esta forma entró en el mundo del sumo en 1988 y ascendió a su rango más alto en enero de 1993, convirtiéndose en el campeón número 64 del sumo moderno. El de yokozuna es el único rango en el que no existe el descenso, por lo que una vez que un luchador lo alcanza se mantiene en él hasta la fecha de su retiro.
Ciudadano japonés
Tres años más tarde, en abril de 1996, Japón le otorgó la ciudadanía, tras lo que adoptó el nombre de Taro Akebono, y después el Gran Torneo de Sumo de Año Nuevo de 2001 se retiró de la competición.
«A lo largo de sus 35 años en Japón, Akebono fortaleció los lazos culturales entre Estados Unidos y su patria adoptiva uniéndonos a todos a través del deporte», publicó el embajador estadounidense Rahm Israel Emanuel en la red social X, antiguo Twitter.
Akebono apareció regularmente como una celebridad en programas de televisión japoneses y después de retirarse del sumo luchó en varios eventos de artes marciales mixtas y lucha libre profesional.
«Descanse en paz el poderoso Akebono», publicó Samoa Joe, el actual campeón mundial de lucha libre profesional AEW. «El epítome de un Yokozuna, un guerrero y un caballero».