Las últimas negociaciones celebradas esta semana en Kenia para un tratado mundial sobre la contaminación por plásticos concluyeron el domingo sin acuerdo.
Los negociadores pasaron una semana en la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en Nairobi intentando buscar un acuerdo sobre un borrador.
El texto busca abordar el problema de la contaminación por plástico en todos los rincones del planeta, desde las profundidades del océano hasta las cimas de las montañas o la sangre humana.
Es la tercera vez que los negociadores se reunieron desde que 175 países se comprometieron a principios del año pasado a facilitar las conversaciones con la esperanza de finalizar un texto para 2024.
La reunión de Nairobi debía servir para iniciar discusiones sobre medidas concretas sobre el plástico, que se fabrica a partir de combustibles fósiles.
Pero no se logró llegar a esa fase y varios actores acusaron a países productores de petróleo, como Irán, Arabia Saudita y Rusia, de obstaculizar posibles progresos.
La reunión ha “fracasado”, dijo Graham Forbes, de Greenpeace.
“Todavía está al alcance de lograr un tratado exitoso pero requerirá un nivel de liderazgo y coraje de países grandes y más ambiciosos que todavía no hemos visto”, dijo a la AFP.
El PNUMA aseguró que casi 2.000 delegados asistentes habían logrado un progreso “sustancial”.
Por su parte, el Consejo Internacional de Asociaciones Químicas, el principal organismo de la industria petroquímica y plástica mundial, afirmó que los gobiernos habían mejorado un borrador “decepcionante”.
“Ahora tenemos un documento, un borrador de texto, que incluye una gama más amplia de ideas”, dijo a la AFP su portavoz, Stewart Harris.
La producción de plástico se ha duplicado en 20 años y, al ritmo actual, podría triplicarse para 2060 si no se aplican medidas. Además, el 90% no se recicla.