El Poder Ejecutivo, bajo la dirección del Ministerio de Hacienda, presentó recientemente ante el Congreso Nacional el proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado para el año 2024. Este presupuesto asciende a la cifra de RD$ un billón 371,992.8 millones de pesos, representando aproximadamente el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En una entrevista ofrecida al programa “Esto No Tiene Nombre”, la economista Germania Montás analizó la propuesta presupuestaria y señaló que, si bien representa una cifra significativa, el presupuesto para el próximo año es ligeramente inferior en términos relativos al PIB en comparación con el año en curso.
Añadió que “la Ley de Presupuesto es una ley inusual, porque hay una parte que son los gastos, que sí están fijos, pero la otra parte son estimaciones”.
En lo que respecta al endeudamiento del Estado, la economista señaló que en 2024, la deuda pública representará, como de costumbre, aproximadamente el 5% del PIB, con un déficit proyectado de 231,000 millones, lo que equivale al 3% del PIB.
Montás destacó la importancia de que la deuda se destine a inversiones significativas y proyectos de largo plazo, como el desarrollo de infraestructuras, que generen beneficios sostenibles para las futuras generaciones.
“En el caso del Estado hay que tener conciencia de que cuando la deuda se hace para financiar obras como el metro o el monorriel tiene sentido, porque está haciendo que nuestra generación no pague la totalidad de la inversión de un metro que van a usar los nietos y bisnietos”.
La economista concluyó que la regla de oro de las finanzas públicas es que “el endeudamiento no debe utilizarse para financiar gastos corrientes, como la publicidad, ya que esto no genera ningún retorno social”.
En cuanto al déficit en el sector eléctrico, Montás destacó la complejidad de la situación, señalando que la falta de eficiencia y una gestión inadecuada han llevado a un proceso de involución en este sector. La economista expresó su preocupación por la sostenibilidad de esta situación y sus implicaciones financieras a largo plazo.
“Una pésima gestión de alguien que ingresó a ese sector en el momento de la capitalización se generó un proceso de involución que ha terminado en algo peor, eso va a ser un barril sin fondo”, consideró.