Un millón de agentes policiales incursionaron este lunes en al menos tres favelas de Río de Janeiro, en un operativo contra el crimen organizado que dejó en su primer día casi una decena de detenidos, frente a una reciente escalada de violencia criminal en la ciudad brasileña.
El gobernador del estado, Claudio Castro, demostró un “éxito” el avance de la operación ‘Maré’, iniciada por la mañana con el despliegue de unos mil agentes de las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro en el Complexo da Maré, Vila Cruzeiro y Ciudad de Dios.
“Solo en este primer día, ya causamos un perjuicio de al menos 12 millones de reales (unos USD 2,4 millones) a las faccciones criminales”, destacó, en un comunicado.
“Esto es solo el comienzo, y no retrocederemos ni un milímetro”, advirtió el gobernador.
De momento no se informó de muertes o heridos de gravedad. El gobierno solo dio cuenta de un policía herido levemente cuando dos helicópteros policiales fueron alcanzados por tiros.
Además de la detención de nueve personas, se informó la incautación de media tonelada “de marihuana y drogas sintéticas”, 100 kg de pasta base de cocaína, 33 vehículos, armas y decenas de celulares, entre otros.
Parte de lo secuestrado fue exhibido en videos publicados por el gobierno local en la red social X, antes Twitter.
La policía retiró además 29 toneladas de barricadas hechas con fierros y neumáticos por los traficantes, para impedir la circulación de vehículos dentro de las comunidades.
Según el gobierno, la operación es la “mayor acción de combate a las mafias con uso de tecnología”, como drones con reconocimiento facial y cámaras corporales en los uniformes de los agentes, que envían imágenes en tiempo real para un centro de control.
Espiral de violencia
Según constató un equipo de la AFP, policías con fusiles en mano y perros olfateadores avanzaban a pie esta mañana por las callejuelas de Maré, uno de los mayores complejos de favelas de Rio, prácticamente desiertas.
Las fuerzas también ingresaron en Cidade de Deus, favela que cobró fama mundial en 2002 con la película dirigida por Fernando Meirelles.
Los tres barrios donde ocurre la operación, ubicados en la zona norte y oeste de Rio, son considerados reductos del Comando Vermelho (CV), la mayor organización narcotraficante de Rio.
“Queremos atacar esa facción criminal que está intentando expandir su territorio y generando conflicto con otras organizaciones criminales”, afirmó el secretario de la Policía Civil del Estado de Rio, Renato Torres, en una conferencia de prensa por la mañana.
Rio sufre desde hace décadas altos índices de violencia armada, que azota especialmente a los barrios pobres, dominados por el narcotráfico y milicias parapoliciales.
En las últimas semanas, varios episodios de violencia sacudieron la ciudad: tiroteos, un robo a un ómnibus con uso de una granada casera y la ejecución de tres médicos en el acomodado barrio de Barra da Tijuca.
Las autoridades sospechan que los médicos, que visitaban Rio para participar de un congreso, fueron asesinados por “error”, en medio de una disputa entre narcotraficantes y milicias en la región oeste.
Imágenes aéreas exhibidas recientemente por la TV Globo mostraron a traficantes en Maré entrenando tácticas de guerra armados con fusiles, en un polideportivo próximo a un área de escuelas.
En respuesta, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció un plan nacional de enfrentamiento a organizaciones criminales, en coordinación con las autoridades de los estados, por el que pretende invertir 900 millones de reales (unos USD 180 millones) en los próximos tres años.
Las operaciones policiales contra el crimen organizado son frecuentes en las barriadas de Rio, donde la policía suele enfrentarse a tiros con traficantes y la población sufre en medio del fuego cruzado.
Especialistas critican este tipo de abordaje, alegando que tiene una baja eficacia contra las organizaciones criminales.
En marzo pasado, una operación en una favela del municipio Sao Gonçalo, cerca de Rio, dejó 13 muertos.
En mayo de 2022, una incursión en Vila Cruzeiro dejó 25 muertos, la segunda más letal de la historia de Río, un año después de otra que dejó 28 muertos en la favela de Jacarezinho, también en la zona norte.