El doctor Nelson Espinal Báez experto en mediación de conflictos y arbitraje entiende que el canal de la Vigía que habilita el gobierno es la alternativa menos lesiva para la República Dominicana comenzar a flexibilizar las medidas de cierre de las fronteras, pero solo debe usarlo si Haití decide extraer aguas del río Masacre, a través del canal que está construyendo sin el consenso de las autoridades locales.
El reconocido jurista basó su apreciación tomando como base las informaciones que ha suministrado el gobierno del presidente Luis Abinader en el sentido de que, a través de la Vigía, se puede extraer casi en su totalidad las aguas del mencionado río, lo que le restaría importancia, valor y efectos a la obra que ejecutan los haitianos.
No obstante, el doctor Espinal Báez fue enfático en precisar que el canal de la Vigía que habilita el gobierno para desviar las aguas del río Masacre entra abiertamente en violación al Tratado firmado por ambos Estados en 1929.
Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema canal 11 y TV Quisqueya para los Estados Unidos, el catedrático universitario sostuvo que tanto la habilitación del canal como la decisión de cerrar las fronteras terrestre, aérea y marítima, crean ruidos internacional, pero la más lesiva de ellas es la que afecta el comercio entre ambas naciones.
El experto recomienda que las autoridades dominicanas deben ejecutar un plan de comunicación efectiva, tanto a nivel local como internacional, donde se explique que, con la habilitación del canal de la Vigía lo único que se persigue es que Haití se siente en las mesas de las negociaciones, y dejar claramente establecido que no entrará en funcionamiento, a menos que los haitianos pongan en operación el que están construyendo.
“Tu tienes dos alternativas de no acuerdo, que es la Vigía, que aparentemente solo les hace daños a los otros, no a nosotros, pero que entraría abiertamente en violación al Tratado, y tiene el cierre de la frontera, lo que detiene el flujo económico, empresarial y comercial, entre esas dos alternativas, aparentemente, la menos lesiva es la de la Vigía, para la República Dominicana”, sentenció el profesional del derecho.
Espinal insistió en que, “con la Vigía entraríamos en franca violación al Tratado, y esta otra, es decir, el cierre de la frontera, tiene la consecuencia que ya estamos viendo, en lo económico, en lo comercial. En ambas crea ruidos internacional, yo diría que el gobierno debería comenzar aflojar la alternita del cierre de la frontera, con estrategia, para empezar a manejar la de la Vigía, de manera estratégica también, y sobre todo, entendiendo las consecuencias técnicas, ecológicas, medioambientales, y agrícola”.
Sugirió al presidente Luis Abinader que no el citado canal, a menos que los haitianos quieren derivar las aguas del río a través de la obra que construyen, sin previo acuerdo entre las partes.
“No lo hago antes, si entra en funcionamiento el canal que construyen los haitianos, lo pongo en evidencia, y reitero las violaciones al Tratado de 1929, y en consecuencia, tomo la decisión de la Vigía porque nosotros como Estado organizado buscamos la vía dialogada de solucionar nuestras diferencias con el vecino país”, precisó.
Recordó que hay una tesis sustentada por varios expertos en la materia que establece que el canal que construye Haití no va a funcionar de ninguna manera, entonces, si esa posibilidad está, que esa obra no va a tener ningún efecto, porque no va a subir el agua del río, entonces hay que dejarlos que se cuecen en su propia salsa.