El excanciller Marcelo Ebrard exigió este lunes anular la elección de Claudia Sheinbaum como candidata del oficialismo de izquierda a la presidencia de México en 2024, so pena de abandonar el partido de gobierno.
Tras imponerse en cinco encuestas, Sheinbaum ganó el pasado miércoles la nominación de Morena, partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero Ebrard, segundo en esos sondeos, desconoció su validez alegando irregularidades.
“Si esas diferentes circunstancias que se dieron (…) se quedan igual, yo ya no tendría interés en estar en Morena”, advirtió el exministro en una declaración a la prensa, un día después de presentar una demanda de nulidad y repetición del proceso ante un comité de ética del partido.
El exfuncionario deslizó igualmente la posibilidad de postularse a la presidencia con un movimiento político propio, que sería lanzado el 18 de septiembre.
Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México de 61 años, desestimó el reclamo.
“Revisamos la impugnación, no tiene mucho fundamento”, señaló la candidata a la televisora Milenio, y anunció que la querella será respondida “jurídicamente”. Además, sostuvo que las diferencias con Ebrard no implican una ruptura partidista.
De todos modos, aunque la rebelión de Ebrard ya abrió una fisura, su eventual salida de Morena tendría un impacto limitado, según analistas.
El excanciller, de 63 años, denunció este lunes que responsables de organizar las consultas promovieron a Sheinbaum, quien -según él- también se benefició del uso de recursos públicos y recibió información privilegiada sobre los lugares donde se realizarían las encuestas para desplegar propaganda.
También refiere la coacción de encuestados mediante “amenazas, violencia e intimidación”, según el recurso de nulidad difundido parcialmente por medios locales como Aristegui Noticias.
Sin riesgo de cisma
Sheinbaum, quien disputará la presidencia con la senadora opositora de raíces indígenas Xóchitl Gálvez, se impuso en los sondeos por entre 10 y 15 puntos porcentuales, y su favoritismo fue anticipado por otras encuestas.
Será la primera vez que dos mujeres se enfrentarán por la presidencia de México, un país con larga tradición machista y duramente golpeado por la violencia de género. Otros cuatro aspirantes participaron en el proceso de consulta de Morena, favorito para gobernar por seis años más.
La exalcaldesa, vista desde el principio como la favorita del popular López Obrador, volvió a tender este lunes una rama de olivo a Ebrard. “Aquí siguen abiertas las puertas para que regrese”, manifestó.
Para analistas como Pablo Majluf, el excandidato enfrenta una encrucijada, pues sus denuncias son difíciles de probar y los resultados de las encuestas contundentes.
La eventual deserción de Ebrard no provocaría una “escisión” en Morena donde, según estimaciones de prensa, es respaldado por unos 80 diputados de los 275 que conforman la alianza oficialista, los cuales condicionan su apoyo a “las posibilidades de triunfo que tenga en su rebeldía”, sostiene Majluf.
López Obrador ha dicho que confía en que su exministro, a quien suele llamar “hermano” y “amigo”, decida finalmente apoyar la continuidad del proyecto de “transformación”.