El juez de la Corte Suprema de Estados Unidos Clarence Thomas reconoció este jueves que recibió viajes gratuitos de un multimillonario del estado de Texas, en medio de crecientes críticos al alto tribunal por aceptar obsequios de donantes privados.
Thomas, quien hasta ahora no había reportado unas lujosas vacaciones por cuenta del magnate republicano de los bienes raíces Harlan Crow, divulgó en un informe que el año pasado voló en el jet privado de Crow por razones de seguridad luego de que se filtrara la controvertida decisión de la corte que anulaba los derechos del aborto.
En el informe, Thomas argumentó que el fallo había “aumentado el riesgo de seguridad” y que su equipo “recomendó vuelos no comerciales en lo posible”.
En su declaración financiera oficial de 2022, Thomas, el juez con más tiempo en la corte y también el más conservador, no reveló unas vacaciones gratuitas en Bali a bordo de un yate de Crow de 49 metros, ni tampoco estancias en hoteles de lujo que el magnate pagó.
En una serie de publicaciones, el medio de investigación ProPublica mostró que desde la década del 2000 Thomas ha aceptado de Crow muchos viajes gratuitos y otros regalos por decenas de miles de dólares, pero también de otros benefactores ricos.
Crow pagó por el colegio privado del sobrino-nieto de Thomas y compró la casa donde vive la madre del juez, según ProPublica.
El magnate inmobiliario además donó 500.000 dólares al grupo de lobistas que fundó Ginni, esposa de Thomas.
Ninguno de esos movimientos fueron reportados en declaraciones financieras pasadas, según Thomas porque consideró que se trataba de una “exención de hospitalidad personal” y que no necesitaba declarar esos viajes y vacaciones.
En un comunicado, el abogado de Thomas, Elliot Berke, dijo que cualquier error en los informes de su cliente fueron “estrictamente involuntarios”.
“El juez Thomas siempre ha propendido por la completa transparencia y compromiso con la ley, incluso en lo que respeta a viajes personales que deben ser reportados”, añadió.
El abogado criticó los señalamientos hacia Thomas y los calificó como “ridículos y peligrosos”, y los atribuyó a “organizaciones de izquierda motivadas por el odio hacia la filosofía judicial” del juez de 75 años.