Twitter amenazó con demandar a la gigante Meta solo unas horas después de que la empresa matriz de la red social Instagram lanzara Threads, una aplicación con la que espera desplazar a la plataforma propiedad del magnate Elon Musk.
En una carta dirigida al director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, publicada este jueves por el medio de noticias en línea Semafor, el abogado de Musk, Alex Spiro, acusó a la compañía de “apropiación indebida ilegal de los secretos comerciales de Twitter y otra propiedad intelectual”.
La misiva acusó a Meta de contratar a decenas de ejemplos de la empresa de Musk que “tenían y seguían teniendo acceso a los secretos comerciales de Twitter y otra información altamente confidencial”.
Threads es el mayor desafío que a la fecha tuvo que afrontar Twitter, la empresa de Musk que ha visto surgir una serie de competidores potenciales, aunque ninguno con suficiente poder aún para reemplazar a la que se constituyó en una de las plataformas de redes sociales más grandes del mundo.
El último movimiento de Zuckerberg contra Musk aumentó aún más la rivalidad entre los dos multimillonarios, que incluso acordaron encontrarse para un combate cuerpo a cuerpo dentro de una jaula.
Y en su primer tuit en más de una década, Zuckerberg publicó un meme de Spiderman señalando a otro Spiderman en una aparente referencia a las similitudes entre Threads y Twitter.
Threads se puso en marcha en las tiendas de aplicaciones de Apple y Android en 100 países a las 23h00 GMT del miércoles, y los primeros comentarios publicados resaltaron un parecido cercano, aunque reducido, con Twitter.
En unas pocas horas, más de 30 millones de personas habían descargado Threads, según anunció Zuckerberg el jueves.
“Se siente como el comienzo de algo especial, pero tenemos mucho trabajo por delante para construir la aplicación”, escribió Zuckerberg en su cuenta oficial de Threads el jueves.
Ya se registraron cuentas activas de celebridades como Jennifer Lopez, Shakira y Hugh Jackman, y medios de comunicación como The Washington Post y The Economist.