El ataque contra el domicilio del alcalde de un suburbio parisino suscitó la indignación en Francia tras cinco noches consecutivas de disturbios, desencadenados por la muerte a manos de la policía de un adolescente, cuya abuela llamó el domingo a detener la violencia.
Francia vive un estallido social desde la publicación del vídeo de la muerte de Nahel, que falleció el martes por un disparo a quemarropa de un agente durante un control de tráfico en Nanterre, cerca de París.
Uno de los incidentes más graves de estos días se produjo en una pequeña localidad de L’Haÿ les Roses, en los suburbios de París, donde un coche en llamas se estrelló el domingo de madrugada contra la vivienda de su alcalde, Vincent Jeanbrun, del partido conservador Los Republicanos.
La conmoción provocada por el ataque ha relegado a un segundo plano el descenso de la violencia observado durante la noche del sábado al domingo en muchas ciudades de Francia y que parecía seguir su trayectoria descendente el domingo al comienzo de la tarde.
A las 23H30 horas, la policía había realizado 49 detenciones en todo el territorio nacional, según el Ministerio del Interior.
Para tratar de contener la crisis, el presidente Emmanuel Macron se reunirá el lunes con los presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado, anunció un participante del encuentro celebrado el domingo por el jefe de Estado con varios de sus ministros.
Luego, el martes, Macron recibirá a los alcaldes de “más de 220 municipios” afectados por los disturbios y saqueos de los últimos días, agregó la misma fuente.
“Se ha alcanzado un hito en el horror y la ignominia”, denunció el alcalde Vincent Jeanbrun. “Querían quemar la casa” y cuando “se dieron cuenta de que había alguien dentro, lejos de detenerse, lanzaron una tanda de morteros pirotécnicos”, dijo al canal de televisión TF1.
La esposa y uno de los dos hijos pequeños del alcalde de L’Haÿ les Roses resultaron levemente heridos al escapar de la vivienda.
La fiscalía ha abierto una investigación por “intento de homicidio”.
Otro alcalde fue atacado en Charly, pueblo al sur de Lyon (centro-este). Según la alcaldía, el domingo por la mañana se encontró en su casa un dispositivo destinado “inequívocamente” a provocar un incendio.
Según el presidente de la Asociación de Alcaldes de Francia (AMF), David Lisnard, “150 alcaldías o edificios municipales han sido atacados” desde el martes. La AMF convocó una concentración el lunes a mediodía delante de los ayuntamientos de todo el país.
– “Confianza en la justicia” –
Diez comisarías, diez cuarteles de gendarmería y seis comisarías municipales fueron atacados durante la madrugada del domingo y produjeron 719 detenciones en todo el país, algo menos de la mitad que un día antes, indicó el ministerio de Interior.
“Ya basta, dejen de vandalizar”, pidió el domingo la abuela del joven Nahel entrevistada por la cadena BFMTV, un día después del funeral de su nieto en Nanterre.
“Que no rompan escaparates, que no destrocen escuelas, autobuses… son madres las que usan el autobús”, insistió.
“Yo le echo la culpa a los dos policías (…) que le dieron dos culatazos a mi nieto en la cabeza, y al que le disparó directo al corazón, (porque) le pudo pegar un tiro en la pierna, en el brazo” y no lo hizo, lamentó la abuela de Nahel, asegurando que, no obstante, tiene “confianza en la justicia”.
El autor del disparo mortal, de 38 años, está detenido desde el martes, acusado de homicidio voluntario.
– Preocupación en el extranjero –
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ordenó desplegar el domingo, por tercera noche consecutiva, 45.000 policías y gendarmes en todo el país.
En París y en Marsella, la policía desplegó importantes dispositivos de seguridad en zonas céntricas.
Y en un intento por frenar la espiral de violencia, muchos municipios franceses impusieron un toque de queda y prohibieron la circulación de autobuses y tranvías a partir de las 21H00.
Macron, que el sábado decidió aplazar su visita de Estado a Alemania, vive su segunda gran crisis en pocos meses tras las manifestaciones contra la reforma de las pensiones.
El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, se declaró “preocupado” este domingo, aunque se mostró “totalmente convencido de que el jefe del Estado francés encontrará los medios para que la situación mejore rápidamente”.
La violencia en Francia, que será sede este año del Mundial de Rugby y en 2024 de los Juegos Olímpicos, preocupa en el extranjero.
Varios países aconsejaron a sus ciudadanos no viajar a las zonas afectadas por la violencia.
La violencia y la ira los jóvenes de los barrios populares recuerdan los disturbios que sacudieron a Francia en 2005, después de la muerte de dos adolescentes perseguidos por la policía.