El Consejo de Seguridad de la ONU se manifestó este lunes “muy preocupado” por el recrudecimiento de la violencia de las pandillas criminales en Haití, y tomó “nota” del reiterado llamado del secretario general a enviar una fuerza internacional.
“Los miembros del Consejo de Seguridad están muy preocupados por el deterioro de la seguridad y la situación humanitaria en Haití”, indicó en un comunicado.
Además, “condena en los términos más enérgicos el aumento de la violencia, las actividades criminales y las violaciones de los derechos humanos que socavan la paz, la estabilidad y la seguridad de Haití y la región”.
En su declaración, el Consejo de Seguridad mencionó los secuestros, la violencia sexual, la trata de personas, las ejecuciones extrajudiciales y el reclutamiento de niños en grupos armados, y pide que “los responsables de estos crímenes atroces se lleven ante la justicia”.
También se refirió a su papel en el régimen de sanciones introducido en octubre contra las pandillas. Pero estas sanciones actualmente apenas están dirigidas contra una persona, Jimmy “Barbacoa” Cherizier.
Se consideró también el último informe del secretario general Antonio Guterres en el que reiteró su llamado a enviar una fuerza armada internacional especializada pero ajena a la ONU para ayudar a la desbordada policía local a restaurar el orden.
“Preocupados por la necesidad de apoyo para la seguridad”, los miembros del Consejo hicieron un nuevo llamado a “todos los actores políticos a participar en negociaciones constructivas y significativas para permitir la organización de elecciones legislativas y presidenciales inclusivas, libres y justas, tan pronto como se cumplan las condiciones”.
Si bien no se han realizado elecciones desde 2016 y el primer ministro Ariel Henry, designado en julio de 2021 solo 48 horas antes del asesinato del último presidente (Jovenel Moïse) enfrenta dudas sobre su legitimidad, algunos expertos consideran imposible actualmente celebrar elecciones en condiciones seguras.