Australia anunció el martes una amplia arremetida contra el uso de vapeadores, al acusar a las empresas tabacaleras de atraer a los adolescentes para crear una nueva “generación de adictos a la nicotina”.
Presentada como una de las mayores reformas contra la industria del tabaco y los vapeadores en una década, Australia prohibirá los vapeadores descartables de un solo uso, frenará la importación de vapeadores sin receta y restringirá la cantidad de nicotina que pueden contener los cigarrillos electrónicos.
Australia estuvo a la vanguardia de los intentos de erradicar el tabaco, y en 2012 fue el primer país en presentar leyes de “empaquetado simple” para cigarrillos, que fue copiada por Reino Unido, Francia y otros países.
Con los fuertes impuestos a la venta del tabaco, los cigarrillos en Australia están entre los más caros del mundo, con un precio de alrededor de 33 dólares por una cajetilla de 25.
Pero en los últimos años, Australia ha luchado por contener la explosión de vapeo recreativo, sobre todo entre adolescentes.
“El vapeo se ha vuelto el principal tema de comportamiento en colegios. Y se está extendiendo a escuelas primarias”, dijo el ministro de Salud, Mark Butler, en un discurso.
“Tal como lo hizo con el tabaco, la industria tabacalera tomó otro producto adictivo, lo envolvió en un paquete vistoso y agregó sabores para crear una nueva generación de adictos a la nicotina”, agregó.
Aún se podrán comprar los vapeadores, pero con una receta, como una herramienta para dejar de fumar.
Australia posee una de las tasas de fumadores más bajas del mundo, según el Instituto Australiano de Salud y Bienestar, pero ha tenido un aumento de personas menores de 25 años que comienzan a consumir cigarrillos.
Las reformas del gobierno fueron elogiadas por la Asociación Médica Australiana y el Consejo Australiano sobre Cáncer.