Kiev, Ucrania. Las autoridades rusas acusaron el sábado a Ucrania de haber bombardeado un depósito de petróleo en la anexada península de Crimea, así como aldeas en zonas ocupadas e incluso dentro del territorio ruso, que se vieron privadas de electricidad.
Estos incidentes se producen al día siguiente de que Ucrania indicara que ya tiene todo prácticamente pronto para lanzar una contraofensiva en territorios ocupados por Rusia tras la invasión del país en febrero de 2022.
Ucrania hizo ese anuncio poco después de que un bombardeo ruso alcanzara el viernes un edificio de viviendas en la ciudad ucraniana de Uman (centro), matando a 23 personas, cinco de ellas menores de 18 meses a 16 años.
El sábado, las autoridades de la península ucraniana de Crimea, anexionada por Rusia desde 2014, dieron parte del incendio de un depósito de combustible en el puerto de Sebastopol, base de la flota rusa del Mar Negro.
Atribuyeron el hecho al bombardeo de un dron artillado ucraniano, aunque intentaron restarle importancia para no despertar temores sobre la seguridad en la península.
El gobernador de Sebastopol, Mijail Razvozhayev, afirmó que “nadie resultó herido” y que el ataque no afectó las reservas de combustible de la península.
Sebástopol fue blanco de varios ataques con drones desde que Moscú inició su ofensiva en Ucrania.
Esta misma semana, las autoridades rusas afirmaron haber abortado un ataque con un dron en Crimea.
– “Castigo de Dios” –
Ucrania no reivindicó ninguna operación en Crimea pero sus servicios de inteligencia militar insinuaron que se trataba de un “castigo de Dios, en particular por los civiles asesinados en Uman.
Andriy Yusov, de la unidad de inteligencia del Ministerio ucraniano de Defensa, aconsejó además a los crimeos “evitar acercarse a instalaciones militares y a instalaciones de abastecimiento del ejército agresor en un futuro próximo”.
– “Intenso fuego de artillería” –
En el sur de Ucrania, las autoridades de ocupación rusas indicaron que una ciudad bajo su control, Nueva Kajovka, fue sometida a un “intenso fuego de artillería”, que provocó un corte de electricidad.
Esa ciudad de la región de Jersón, controlada en gran parte por Moscú, cayó en manos de las fuerzas rusas el primer día de la invasión, el 24 de febrero de 2022.
Las fuerzas rusas instaron a la población a “mantener la calma” y afirmaron que las obras para restablecer el suministro eléctrico empezarían en cuanto terminasen los “brutales” ataques.
El ataque contra Nueva Kajovka se produjo un día después de que las fuerzas rusas bombardearan un pueblo del sur de Ucrania y mataran a una mujer de 57 años. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, prometió que esa acción no quedaría sin respuesta.
– Aldeas rusas bombardeadas –
En Rusia, el gobernador de la región fronteriza de Belgorod -que también se vio afectada por varios ataques durante la guerra- afirmó este sábado que cinco aldeas se habían quedado sin electricidad a causa de un bombardeo ucraniano.
“Hubo líneas de transmisión dañadas”, declaró Viacheslav Gladkov, precisando que no hubo víctimas.
Los temores a ataques ucranianos se ha acrecentado en Rusia, donde varias ciudades anularon los tradicionales festejos del 9 de mayo, cuando Rusia celebra el aniversario de la victoria soviética contra los nazis en 1945.
– Contraofensiva –
Ucrania refuerza desde hace meses su arsenal militar, en especial con la llegada de tanques modernos enviados por sus aliados occidentales, con el objetivo de lanzar una contraofensiva durante la actual primavera boreal o ya en verano.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, aseguró el viernes que “los preparativos” para esa ofensiva “llegan a su fin”.
“El equipamiento fue prometido, preparado y entregado parcialmente. En un sentido amplio, estamos listos”, declaró.
La tensión entre Rusia y los países occidentales llegó desde el inicio de esta guerra a un nivel inédito desde el fin de la Guerra Fría.
Polonia anunció el sábado la incautación del edificio del liceo ruso en Varsovia, que ahora pertenecerá al ayuntamiento de la capital polaca.
Rusia denunció el sábado un “acto ilegal” y prometió represalias.
Centenares de motociclistas rusos miembros del club “Lobos de la noche”, afín al Kremlin, iniciaron el sábado en Moscú un “rally patriótico” con el fin de terminar su viaje el 9 de mayo en Berlín.
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