Miembro de la Guardia Nacional aérea de Estados Unidos desde joven, Jack Teixeira obtuvo un acceso a documentos de alto secreto tan solo dos años después de haber sido reclutado. Una situación de la que presuntamente abusó para filtrar información clasificada y que ahora plantea nuevos interrogantes.
Mientras las autoridades estadounidenses tratan de evaluar los daños causados por esta fuga, la mayor en una década en el país, también deben explicar por qué un militar de tan bajo rango, de 21 años, tenía acceso a esos documentos.
El asunto parece mostrar fallas en los procedimientos existentes para preservar secretos de Estado.
“Acceso compartimentado”
La edad de Teixeira no “es realmente el problema”, declaró el miércoles el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, a periodistas durante un viaje a Suecia, al anotar que “no es excepcional que jóvenes realicen importantes tareas” en las fuerzas armadas.
El joven “era un especialista en informática que trabajaba en una unidad de inteligencia. Una parte de sus responsabilidades consistía en mantener la red en la cual operan”, indicó el secretario.
El problema, según Austin, “es cómo efectúa de manera responsables sus deberes y como protege la información. Todos tenemos el imperativo de hacerlo. Y los supervisores tienen el imperativo de asegurarse de ello”.
Teixeira fue reclutado por la Guardia Nacional aérea en septiembre de 2019 y adquirió en 2021 su autorización secreta de defensa así como un “acceso compartimentado sensible a otros programas altamente clasificados”, según un documento judicial de la policía federal, el FBI, que respalda la causa penal en su contra.
Es acusado de haber usado ese acceso para fotografiar documentos sensibles y haberlos compartido en un grupo de discusión en línea que gestionaba.
Decenas de esas imágenes se esparcieron en internet, y desvelaron al público información secreta como las preocupaciones de los servicios de inteligencia de Washington sobre la viabilidad de una contraofensiva ucraniana contra las fuerzas rusas, o la colecta de información sobre aliados de Estados Unidos.
“Múltiples fallas de seguridad”
“No es inusual que alguien de esa edad posea una habilitación secreta de defensa”, explicó a la AFP Glenn Gerstell, exabogado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el Servicio de Seguridad Central (CSS) del Pentágono.
“Hay mucha gente en las fuerzas armadas que -por ser especialistas informáticos o por montar archivos de información para mandos superiores- tiene acceso a niveles muy altos”, dice Glenn Gerstell, ahora asesor del think tank Center for Strategic and International Studies”
Pero “no se sabe bien por qué (Texeira) necesitaba un acceso a informes detallados de inteligencia”, resalta, al precisar que el soldado no debió de estar en capacidad de imprimir documentos sensibles y aún más de llevárselos fuera de un lugar seguro.
Gerstell señala así “múltiples fallas de seguridad”.
Ante representantes del Congreso estadounidense el martes, el jefe de Estado Mayor del ejército del aire, el general Charles Brown, explicó que Teixeira “se había aprovechado de su acceso” a documentos clasificados.
“Tenemos salvaguardias para proteger la información clasificada”, dijo Brown. “Evidentemente en este asunto no funcionaron los procedimientos”.