Estados Unidos prometió este martes defender a Filipinas en el disputado mar de China Meridional, mientras tienen lugar los ejercicios militares conjuntos más grandes de su historia en busca de contrarrestar la creciente influencia de China en la región.
Casi 18.000 soldados participarán en estos ejercicios anuales bautizados como Balikatan (“hombro con hombro” en filipino), que por primera vez incluirán una maniobra con fuego real en el mar de China Meridional, reivindicado casi en su totalidad por Pekín.
Este despliegue ocurre apenas un día después de que China concluyera tres jornadas de maniobras militares alrededor de Taiwán, que considera como parte de su territorio, en protesta por una visita a Estados Unidos de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen.
Las maniobras chinas concluyeron oficialmente el lunes, pero Taiwán volvió a detectar el martes varios barcos de guerra y aeronaves chinos cerca de su territorio.
En unos inusuales diálogos conjuntos en Washington con sus contrapartes filipinas, los secretarios de Estado, Antony Blinken, y de Defensa, Lloyd Austin, hablaron sobre un trato alcanzado la semana pasada para que las fuerzas estadounidenses usen otras cuatro bases militares filipinas, entre ellas una base naval no lejos de Taiwán.
Blinken dijo que Estados Unidos reafirma su “inquebrantable compromiso de respaldar a Filipinas ante cualquier intimidación o coerción, incluso en el mar de China Meridional”.
El tratado de defensa mutuo, firmado en 1951 luego de que Filipinas se independizó de Washington, “aplica para ataques armados a cualquiera de nuestras fuerzas armadas, aeronaves o navíos, incluida nuestra Guardia Costera, en cualquier punto del mar de China Meridional”, dijo Austin en una conferencia de prensa conjunta.
Estados Unidos y Filipinas planean nuevos ejercicios en el mar de China Meridional para este mismo año, que incluirán a otros países, anticipó Austin.
Dijo que Estados Unidos está asignando más de 100 millones de dólares para las bases durante el actual año fiscal y que proveerá nuevo equipo militar a Filipinas, como drones y defensa aérea.
Al ser preguntado si Filipinas está preocupado por la reacción de China, el jefe filipino de Defensa encargado, Carlito Galvez, dijo que “no esperamos ninguna reacción violenta considerando que este ejercicio está pensado para nuestra defensa colectiva”.
Las noticias sobre una expansión en el acceso a bases ha provocado que China acuse a Estados Unidos de “poner en riesgo la paz y estabilidad regional”.
“Los países en esta parte del mundo deben mantener independencia estratégica y resistir firmemente a la mentalidad de la Guerra Fría y al bloque de confrontación”, dijo la semana pasada el embajador chino en Manila, Huang Xilian.
Ejercicios de reconquista
Tras la ceremonia de inicio de las maniobras en un campo militar de Manila, el coronel Michael Logico, portavoz de las fuerzas armadas filipinas, explicó que “para proteger nuestro territorio soberano, debemos prepararnos a retomar una isla arrebatada”.
Es la primera vez que se organizan estos ejercicios bajo la presidencia de Ferdinand Marcos, que quiere reforzar sus lazos con Washington después del distanciamiento de su predecesor, Rodrigo Duterte.
En los últimos meses, los dos aliados acordaron reanudar las patrullas marítimas conjuntas en el mar de China Meridional y cerraron un pacto para expandir la presencia militar estadounidense en el archipiélago.
Proximidad con Taiwán
La proximidad de Filipinas con Taiwán puede convertir a este país insular en un aliado crucial de Estados Unidos en caso de una invasión china.
China considera a Taiwán, una isla de gobierno democrático y autónomo, como parte de su territorio y aboga por retomarla en el futuro.
“Balikatan” movilizará a 12.200 estadounidenses, 5.400 filipinos y alrededor de un centenar de australianos, casi el doble que hace un año.
Las maniobras incluyen ensayos de desembarco anfibio en la isla de Palawan, cercana a un archipiélago reivindicado por Pekín y Manila, y el uso de los misiles Patriot y HIMARS estadounidenses.
Incluye también una maniobra con fuego real en el mar de China Meridional, a menos de 300 kilómetros al este del arrecife de Scarborough, por el que se disputan Pekín y Manila.
“A través de este ejercicio, las fuerzas de Filipinas y Estados Unidos mejoraremos nuestra interoperabilidad, aumentaremos nuestras habilidades y complementaremos nuestras capacidades a través de la colaboración, asegurando que estamos preparados para responder juntos a los desafíos del mundo real”, dijo el comandante estadounidense de la Primera Ala Aérea del Cuerpo de Marines, el general de división Eric Austen, en una ceremonia en Manila.