Una posible condena del ex mandatario republicano no descalificaría su candidatura a la Casa Blanca; “No hay una prohibición explícita en la Constitución con respecto a tener una acusación pendiente o incluso ser condenado”, indicó una profesora de la Facultad de Derecho de Nueva York
Donald Trump se convirtió en el primer ex presidente en ser acusado de un delito después de abandonar el cargo, una decisión histórica que llega en medio de su campaña presidencial para 2024.
Un gran jurado de Manhattan votó para acusar a Trump, aseguraron sus abogados este jueves, en un caso relacionado con el pago para silenciar a la actriz porno, Stormy Daniels. Los cargos que les serán imputados a Trump aún no se conocen.
En un comunicado publicado en Twitter este jueves por la noche, un portavoz del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, indicó: “Esta noche nos pusimos en contacto con el abogado del Sr. Trump para coordinar su entrega a la Oficina del fiscal del distrito de Manhattan para su procesamiento por una acusación en la Corte Suprema”.
Sin embargo, los cargos no impiden que Trump se postule para presidente. Incluso una posible condena no descalificaría su candidatura a la Casa Blanca, según Anna G. Cominsky, profesora de la Facultad de Derecho de Nueva York.
“Realmente no hay tantos requisitos constitucionales para postularse a presidente”, dijo Cominsky. “No hay una prohibición explícita en la Constitución con respecto a tener una acusación pendiente o incluso ser condenado”.
Pero la acusación y los procedimientos legales posteriores podrían afectar la candidatura de Trump de manera tanto positiva como negativa.
Según un artículo reciente de The Washington Post, algunos de sus asesores dijeron que la controversia legal es un terreno favorable para Trump: “se convierte en el centro de atención como la figura dominante en su partido”.
Varios de sus rivales por la nominación republicana, incluido el gobernador de Florida, Ron DeSantis, han salido en defensa de Trump. Pero los asesores del ex presidente también reconocieron los peligros de una acusación y dijeron que la campaña no había resuelto la logística de organizar una candidatura presidencial y enfrentar un juicio penal al mismo tiempo.
La operación de la campaña es separada del equipo legal de Trump, y los dos no siempre actúan en conjunto, según sus asesores. Y el candidato no siempre sigue los consejos de ninguno de los dos equipos.
La campaña de Trump tiene como objetivo posicionar el enjuiciamiento como una “cacería de brujas” contra el ex presidente. La investigación de la Corte fue calificada como políticamente motivada por “demócratas radicales de izquierda” y dijo que fue financiada por el filántropo liberal George Soros.
“Esta es la nueva normalidad. El presidente ha sido puesto a prueba en la batalla”, dijo el portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung. “Esta operación ha sido perfeccionada desde 2016. Al lidiar con este tipo de noticias, llega un momento que aprendes a hacerlo bien. Tenemos una operación de respuesta de espectro completo en la campaña que puede manejar cualquier cosa que se nos presente”.
(c) 2023, The Washington Post