El politólogo Elvin Calcaño Ortiz, analizó la tendencia de algunos sectores políticos que se han autodenominado “nueva derecha”, a lo que su juicio más bien pertenecen a la “ultraderecha”, ya que dicen no ser nuevos y, tampoco son de derecha.
A través de su cuenta de Twitter el experto realizó el análisis de esa nueva corriente política que asegura “representan algo peligroso que es convertir al adversario político en enemigo existencial”.
“Como he mencionado por aquí y escrito en diversos trabajos, hoy impera un sentido común derechizado como consecuencia de décadas de un neoliberalismo que, desmontando lo público, crea las condiciones materiales y subjetivas para que la lógica de ultraderecha aparezca”, manifestó Calcaño Ortiz.
Sobre la “nueva derecha” explica: “¿Por qué digo que no son nada nuevo? Porque reproducen un marco teórico e ideológico muy viejo que viene del siglo XIX; el cual tiene dos pilares: uno, sostener que la libertad es una cuestión fundamentalmente económica”.
Por lo que se plantea que es en el ámbito de facticidades económicas que se concretan las libertades formales de la ley. El fundamento de esto es el individualismo metodológico; según el cual, los hechos sociales (nivel óntico) se explican a partir de acciones de individuos.
Y segundo, entender al Estado como necesaria coerción. De modo que plantean siempre limitarlo a su mínima expresión (premisa liberal-clásica) o su desaparición formal (premisa anarco-capitalista). Para esta visión solo existe libertad allí donde el Estado no interfiere.
Estas son cosas que el liberalismo de tradición liberal-libertaria viene proponiendo desde el siglo XIX en oposición al liberalismo de tradición liberal-social (Guerra, 2007). Y en oposición al socialismo en cuanto a privilegiar lo individual contra la acción colectiva…
Ahora, ¿por qué digo que ni derecha tampoco son? Porque el conservadurismo histórico (aquel que desde Burke lo que hace es oponer las tradiciones e instituciones de conservación frente al cambio) puede converger con discursos y políticas concretas incluso socialistas…
Mientras que esta gente plantea una oposición moral y absoluta contra todo lo que definen como “progre”. Su política es la de las oposiciones totales en clave de lucha existencial. Lo cual no deja espacios a convergencias ni a la lógica de representación del contrario…
Son, por tanto, la ultraderecha que no es lo mismo que la derecha (conservadurismo histórico). Por ello están más vinculados, por ideas e historia, al fascismo: una política que, ante avances en derechos que logran las izquierdas, propone la homogeneización de la sociedad…
Y también, los vincula directamente al fascismo el énfasis que ponen en lo anticomunista; especialmente en esta época donde el comunismo no existe y es una imposibilidad incluso teórica. Que enfaticen tanto en eso -igual que hacían los fascistas del siglo XX- los desnuda…
En conclusión, Calcaño Ortiz dice que las “nuevas derechas” representan algo peligroso que es convertir al adversario político en enemigo existencial. Sobre sus promesas de prosperidad “nunca vista” (sic) en clave de esquema piramidal de eso ni hablo para no perder tiempo en algo tan vulgar y vacío.