El riesgo de sufrir un infarto prematuro puede desarrollarse o acelerarse a una edad temprana y atribuirse a cambios en el estilo de vida como pasar a más tiempo sentado frente a la pantalla, comer alimentos ultra procesados y tener poca actividad física
Santo Domingo, República Dominicana.- Si crees que eres demasiado joven para preocuparte por las enfermedades del corazón, piénsalo dos veces. Anteriormente era bastante inusual que una persona menor de 40 años experimentara un infarto. Sin embargo, gran parte del aumento de los infartos a una edad temprana puede atribuirse a cambios en el estilo de vida.
De acuerdo con la Sociedad Dominicana de Cardiología, República Dominicana se encuentra entre los países de la región latinoamericana con tasa de muertes cardiovasculares más elevadas. Para el 2019, en el país se reportaron 27,139 fallecimientos por condiciones cardiacas representando un 38.5%.
Para entender por qué ocurre esto, el cardiólogo preventivo Luke Laffin, codirector del Centro de Trastornos de la Presión Arterial de Cleveland Clinic afirma que los infartos no son sólo cosas de adultos mayores. “Rara vez se consideraba una tendencia médica. ¿Qué ha cambiado? Básicamente, la forma en que vivimos. “, dice el doctor Laffin.
El riesgo de sufrir un infarto prematuro puede desarrollarse o acelerarse a una edad temprana y atribuirse a cambios en el estilo de vida como pasar a más tiempo sentado frente a la pantalla, comer alimentos ultraprocesados y tener poca actividad física. Además, las probabilidades tienden a incrementar por las siguientes causas:
Diabetes de tipo 2
Es uno de los mayores factores de riesgo de las cardiopatías. “Esto se debe a los elevados niveles de azúcar en sangre provocados por la diabetes que pueden dañar los vasos sanguíneos y los nervios que sirven al corazón.”, afirma el doctor Laffin.
Consumo de tabaco
El humo del tabaco desprende más de 7.000 sustancias químicas. Respirar esa mezcla tóxica provoca todo tipo de daños en el organismo, incluido el corazón. “Fumar altera la química de la sangre, lo que puede obstruir las arterias con una acumulación de placa cerosa”, Confirma el doctor Luke.
Abuso de sustancias
Los investigadores descubrieron que las personas más jóvenes que han sufrido un infarto son más propensas a declarar el abuso de sustancias, incluido el consumo de marihuana y cocaína.
Antecedentes familiares
La genética puede aumentar sus probabilidades de sufrir un infarto de miocardio prematuro. Su riesgo hereditario de enfermedad cardiaca se define por tener un: un familiar masculino menor de 55 años con antecedentes de infarto de miocardio o ictus o un familiar femenino menor de 65 años con antecedentes de infarto de miocardio o ictus.
La mejor forma de evitar un infarto es prevenir la progresión de los factores de riesgo de infarto antes de que se conviertan en preocupantes. Eso significa trabajar para cambiar las condiciones sociales y ambientales que afectan a su salud cardiaca. Esto incluye tomar medidas como:
1- Hacer más ejercicio. Sugieren 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana.
2- Mantener un peso saludable. Perder sólo dos kilos de más puede suponer una diferencia notable en los niveles de presión arterial y colesterol.
3- Comer alimentos nutritivos. Una dieta cardiosaludable puede beneficiar a su organismo de muchas maneras.
4- Controlar el estrés. Aprender a controlar el estrés le vendrá bien al corazón.
5- Dejar de fumar. Compruebe los beneficios para la salud de los que empezará a disfrutar al dejar el tabaco. Casi 1 de cada 5 muertes por enfermedad cardiovascular están relacionadas con el tabaquismo.
6- Conocer los antecedentes cardiacos de su familia. No puede cambiar su genética, pero conocerla es clave para tomar las medidas preventivas necesarias ante posible problemas cardiovasculares.
Es importante conocer los distintos factores de riesgo de infarto para evitar un imprevisto cardiaco “No hay suficientes jóvenes que se tomen en serio sus factores de riesgo”, advierte el doctor Laffin. “Pero tenemos que ser comprometidos en la modificación de los factores de riesgo, o la tasa de infarto en personas de edad joven va a seguir subiendo”.
Acerca de Cleveland Clinic
Cleveland Clinic –ahora en su centenario– es un centro médico académico multiespecialidad sin ánimo de lucro que integra la atención clínica y hospitalaria con la investigación y la educación. Situada en Cleveland, Ohio, fue fundada en 1921 por cuatro médicos de renombre con la visión de ofrecer una excelente atención al paciente basada en los principios de cooperación, compasión e innovación.
Cleveland Clinic ha sido pionera en muchos avances médicos incluyendo la cirugía de bypass coronario y el primer trasplante de cara en Estados Unidos. U.S. News & World Report nombra consistentemente a Cleveland Clinic como uno de los mejores hospitales del país en su encuesta anual “Los mejores hospitales de América”. Entre los 70,800 empleados de Cleveland Clinic en todo el mundo, hay más de 4,660 médicos e investigadores asalariados, y 18,500 enfermeras registradas y proveedores de práctica avanzada, que representan 140 especialidades y subespecialidades médicas.
Cleveland Clinic es un sistema sanitario con 6,500 camas que incluye un campus principal de 173 acres cerca del centro de Cleveland, 19 hospitales, más 220 centros ambulatorios y sedes en el sureste de Florida; Las Vegas, Nevada; Toronto, Canadá; Abu Dhabi, (Emiratos Árabes Unidos) y Londres, Inglaterra.
En 2020, hubo un total de 8,7 millones de visitas ambulatorias, 273,000 ingresos y observaciones hospitalarias y 217,000 casos quirúrgicos en todo el sistema de salud de Cleveland Clinic. Los pacientes acudieron a recibir tratamiento desde todos los estados y 185 países. Visítenos en clevelandclinic.org.