El presidente de Brasil, Lula Da Silva, realizó una visita oficial a Uruguay, que finalizó con un encuentro en la residencia del exmandatario José Alberto Mujica a las afueras de Montevideo, del que participaron los ministros de Brasil que acompañaron al presidente, así como autoridades de la coalición de izquierdas que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020, el Frente Amplio, y de la central sindical PIT-CNT.
Culminada la reunión, que se celebró en el jardín de su finca rural, el exmandatario manifestó su “confianza tremenda” en Lula, quien asumió su tercer mandato el pasado 1 de enero al derrotar al entonces presidente Jair Bolsonaro, y expresó su visión acerca de las problemáticas que atraviesan a Brasil.
“Confío en la apertura intelectual y tradicional que tiene Lula que se da cuenta que tiene que ayudar también a los vecinos que lo precisan. Lula ha demostrado con la alianza que hizo que está por encima de las cuestiones ideológicas y tiene un espíritu pragmático abierto para enfrentar las enormes dificultades que tiene”, dijo a la prensa.
“He dicho hasta el cansancio que en Brasil no es un pleito de la izquierda con la derecha, falso. El verdadero pleito es democracia con respeto o autoritarismo, esa es la gran contradicción”, enfatizó.
A su vez, señaló que Lula “expresa una amargura” por el estado en que está Brasil y las contradicciones que tiene, y apuntó que le estuvo contando, por ejemplo, sobre las graves carencias que afectan a las poblaciones indígenas del gigante suramericano.
Mujica se mostró optimista ante la apertura internacional del mandatario brasileño, quien en la mañana sostuvo un encuentro con su homólogo uruguayo, Luis Lacalle Pou, a quien le manifestó su apoyo en la intención de “abrirse al mundo”, una iniciativa que promueve Uruguay y que, a partir de la voluntad uruguaya de negociar fuera del bloque con China, provocó roces en el Mercosur.
