Brasil. Cronología de la crisis que sacude a Brasil, desde la elección de Lula hasta las acciones judiciales que investigan la presunta implicación del expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro en el asalto de las principales instituciones del país por una turbamulta.
– Elección de Lula –
El 30 de octubre de 2022, el líder de la izquierda y expresidente (2003-2010) Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, se impone por un corto margen (50,9% a 49,1%) al mandatario saliente, Jair Bolsonaro, en la segunda vuelta de una campaña marcada por fuertes tensiones.
Dos días después, manifestantes bolsonaristas que rechazan el resultado intensifican los cortes de carreteras.
Bolsonaro, cuyo mandato terminará el 1 de enero de 2023, asegura que cumplirá “todos los mandamientos” de la Constitución, sin reconocer explícitamente su derrota.
Llama también a levantar los bloqueos de las carreteras, pero explica las acciones de sus partidarios como “fruto de la indignación y un sentimiento de injusticia” y defiende las “manifestaciones pacíficas”.
– Una transición agitada –
Bolsonaro se recluye durante semanas en su residencia oficial en Brasilia hasta que el 10 de diciembre se muestra para decirle a un grupo de partidarios: “Llevo prácticamente 40 días en silencio. Duele, duele en el alma”.
La víspera de Navidad, la policía detiene a un hombre por colocar un explosivo en un camión de combustible cerca del aeropuerto de Brasilia con la intención de generar “caos” y provocar “la intervención de las Fuerzas Armadas” antes de la asunción de Lula.
El 30 de diciembre, Bolsonaro viaja a Estados Unidos, dos días antes del fin de su mandato.
– Investidura de Lula –
El 1º de enero, Lula vuelve al poder, doce años después del fin de su último mandato y tres años y un mes después de haber pasado 580 días en la cárcel bajo acusaciones de corrupción.
La ceremonia en Brasilia, bajo un sol abrasador, se desarrolla ante centenas de miles de partidarios vestidos de rojo -el color del Partido de los Trabjadores (PT) de Lula, y en medio de una fuerte vigilancia policial.
En su discurso inaugural, promete “reconstruir” el país sobre las “ruinas” del legado de Bolsonaro.
– Asalto a las instituciones –
El 8 de enero, una horda de cerca de 4.000 bolsonaristas concentrados en Brasilia invaden y saquean los edificios de la Presidencia de la República, del Congreso y de la corte suprema.
Lula denuncia una acción de “golpistas”, a los que califica de “vándalos fascistas” estimulados por los “discursos” de Bolsonaro.
El líder ultraderechista, que permanece en Estados Unidos, rechaza las acusaciones “infundadas” de su sucesor y condena a su vez los “saqueos e invasiones de edificios públicos”
Las fuerzas de seguridad retoman en manos la situación, tras varias horas de caos que recuerdan a la invasión del Capitolio en Washington por partidarios de Donald Trump dos años antes.
La comunidad internacional condena los incidentes y expresa un amplio apoyo al orden constitucional encarnado por Lula.
Unas 2.000 personas son arrestadas y más de mil permanecen en detención en el marco de investigaciones para deslindar responsabilidades y complicidades en los desmanes.
– Cerco judicial sobre Bolsonaro –
El 11 de enero, la policía refuerza la seguridad en las principales ciudades del país, ante rumores de nuevas manifestaciones bolsonaristas.
Al día siguiente, Lula apunta a complicidades de funcionarios con los asaltantes del día 8 y se dice “convencido de que la puerta del Palacio [presidencial] de Planalto fue abierta para que las personas entraran, porque no hay puertas rotas”.
El 13, el gobierno confirma que la policía encontró en un allanamiento de la casa del exministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres, el borrador de un decreto presidencial que apuntaba a anular la elección de Lula.
El mismo día, la corte suprema acepta el pedido de la Fiscalía de incluir a Bolsonaro en la investigación sobre los instigadores de hechos de violencia.
Según el organismo judicial, Bolsonaro “realizó incitación pública a la práctica de un crimen” a través de las redes sociales y en un video que cuestiona los resultados de las elecciones, publicado el día 10 y retirado al día siguiente.
El 14, la policía detiene al exministro Torres, por sospechas de “connivencia” con los participantes en los disturbios del día 8.
Torres, que estaba en Estados Unidos, anunció que regresaría para probar su inocencia y fue detenido al desembarcar en el aeropuerto de Brasilia.
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