Washington, Estados Unidos. La compañía estadounidense de semiconductores Micron anunció sus planes de invertir 40.000 millones de dólares en la producción doméstica de chips para finales de la década, aprovechando las subvenciones y créditos de la nueva ley que el presidente Joe Biden firmó este martes.
El presidente y director ejecutivo de Micron, Sanjay Mehrotra, calificó la iniciativa como “un paso importante hacia la consolidación del liderazgo de semiconductores estadounidenses para las décadas venideras”.
La escasez de semiconductores en los meses recientes, causada por complicaciones de producción y transporte en medio de la pandemia de coronavirus, han sido un considerable lastre en la actividad económica.
La inversión que anuncia Micron será financiada en parte por “subvenciones y créditos fiscales” de la Ley Chips y Ciencia, aprobada el 28 de julio por el Congreso estadounidense y firmada este martes el presidente Biden.
El texto prevé liberar 52.000 millones en subvenciones y decenas de miles de millones de dólares para investigación y desarrollo en Estados Unidos, en un intento por competir con China, actual potencia dominante de este sector.
“Micron anuncia hoy que gracias a esta ley invertirá 40.000 millones de dólares en 10 años”, celebró Biden durante su discurso en los jardines de la Casa Blanca, en el cual destacó que la inversión en estos componentes cruciales para la electrónica moderna ayudará a Estados Unidos a ganar “la competencia económica del siglo XXI”.
Micron calcula que la producción comenzará en la segunda mitad de la década y pronostica que la enorme inversión “garantizará la seguridad nacional de Estados Unidos y la recuperación de la cadena de suministros conforme crece la demanda por memorias”.
La compañía sostuvo que espera crear más de 40.000 nuevos empleos estadounidenses y proyecta que la producción domestica de memorias pase de “menos del 2% a más del 10% en el mercado global para la próxima década”, según Mehrotra.
Los semiconductores son actualmente componentes esenciales para la producción y funcionamiento de teléfonos inteligentes, vehículos, redes 5G y hasta de sistemas de defensa.