El expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica (2005-2010) advirtió el viernes que la política está “muy bastardeada”, en una crítica dirigida contra los dirigentes.
Mujica, que pasó doce años en prisión por formar parte del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, recordó que, “más allá de los partidos y de las definiciones”, la política es “esencial” porque con ella se define el “reparto”.
“La política no es una profesión para hacer plata; el que quiera enriquecerse que vaya al comercio o a la industria y que pague impuestos, la política es una pasión”, dijo el exmandatario durante el acto de clausura de la asamblea mundial de Emaús, organización que lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Ante un centenar de representantes de todo el mundo de la organización, Mujica, de 86 años y que dejó la política activa en 2020 tras renunciar a su escaño en el Senado, advirtió que “frecuentemente, los pueblos, y sobre todo los más pobres, sienten estafados no solo desde el punto de vista económico, sino también ofendidos” por las políticas de los cargos electos.
“No se inventaron las repúblicas y las democracias modernas para sostener sociedades nobiliarias, como en antaño”, apuntó el expresidente, quien recordó que “las sociedades hicieron revoluciones tras la utopía de que somos iguales”.
Pero para Mujica esta máxima va en el camino contrario: “Estamos cada vez en un mundo más rico, más lleno de desafíos materiales, con un avance científico, pero con una desigualdad lacerante que crece”.
Por eso, el que fuera presidente por el izquierdista Frente Amplio, advirtió que si la sociedad quiere respaldar la democracia tiene que estar atento y preocuparse “por cómo son aquellos que se eligen para la conducción política”.
También instó a los ciudadanos a “definirse, porque se tienen que posicionar ante el dolor y la angustia de tanta gente”.