A lo largo de 38 minutos, Jaime Altozano desgrana todos los detalles de la composición del disco “Motomami”, desde los puramente más musicales, hasta las letras, y todo ello acompañado por la propia artista catalana.
Más de 720.000 reproducciones en menos de un día, 16 horas. Y el contador de visitas, sin parar de aumentar por el boca a boca de las redes sociales. El hito lo firma Jaime Altozano, productor musical y divulgador a través de YouTube, que está triunfando con su último vídeo, Análisis de Motomami. Entendiendo la transformación de Rosalía (con Rosalía).
Motomami, es el mayor debut de un álbum femenino en español en la historia de Spotify, ha causado división de opiniones entre sus seguidores por lo radicalmente distinto que respecto a sus trabajos anteriores, Los ángeles y El mal querer.
Rosalía explica que esos otros proyectos “tenían un tono muy solemne, eran temáticas como de ’uf, espérate, que me siento”. El primero trataba sobre la muerte y el segundo, sobre el maltrato. ¿Y de qué va Motomami? Como desvelan en la charla, va sobre ella misma.
Motomami es la presentación de Rosalía ante el mundo, un ‘así soy yo’ y ‘esto es lo que me gusta’.
Altozano, de forma sencilla y con múltiples ejemplos, analiza la producción de cada canción (los acordes, las influencias, los sonidos…) para extraer los elementos que son los que dan cohesión al álbum y que permiten que funcione como un todo aunque mezcle bachata con regetón, con flamenco, con samba o con bulerías. Los explica todos en el vídeo y son los siguientes:
- Drums agresivos
- Filtros
- Voz desnuda, sin reberbs
- Chops
- Collage
- Producción minimalista
Solo uno de los temas cumple con todos ellos y por eso el productor musical la define como el “buque insignia” de Motomami: Saoko. En esa canción, que no tiene estructura, Rosalía utiliza todas esas técnicas. Es “la última que compuso y la primera que suena en el disco” y viene a ser la versión musical de su mariposa que simboliza la metamorfosis de la artista. No hay que olvidar ese verso de “Yo me transformo”.
Sobre Bulerías, Altozano y Rosalía analizan cómo es una respuesta al hate que recibe la cantante. Ella misma cuenta que lleva sus propias redes sociales y a veces se encuentra comentarios con los que piensa “Ojalá esto no lo hubiera visto” y por eso el tema tiene “un punto de decir ’sé quién soy, lo llevo por delante”. Rosalía también lamenta el contexto agresivo y hostil de la industria musical, y por eso “suena como suena, muy seco todo”.
Como admite, las letras del disco en general hablan de ella pero también “tienen mucho de diario personal”. En opinión de Altozano, el gran logro de Rosalía con este trabajo es haber logrado dar con “un estilo propio” sin depender de qué género musical cultive. Y, como resalta, su gran valor es que con el disco anterior Rosalía había encontrado “una fórmula que funcionaba” pero, lejos de conformarse, “se ha arriesgado para explorar su identidad”.
Los comentarios al vídeo lo dicen todo: “Me parece increíble”, “Una maravilla. Enhorabuena por esta masterpiece. 40 minutos de video que parecen 5″, “Qué barbaridad de vídeo, a todos los niveles posibles” o “Antes me daban igual las catedrales hasta que mi profesor de historia del arte me las explicó, pues me acaba de ocurrir igual con la obra de Rosalía”.