El cine dominicano protagonizó este año la sección “Quinteto Dominicano” con varios premios y menciones especiales a las producciones del país caribeño, que cada día tiene una industria más madura y consolidada
La película dominicana Perejil de José María Cabral ganó el premio del público a mejor película en su paso por el Festival de Cine de Miami, así como el premio a mejor póster, mientras que la producción dominico-argentina Carajita, producida por Ulla Prida y Alexandra Guerrero, ganó el premio HBO de mejor película iberoamericana. El filme dominicano Dossier de ausencias, de Rolando Díaz, también obtuvo un premio en tercer lugar como mejor película de la audiencia.
Perejil se estrenó mundialmente en el Festival de Cine de Miami generando grandes expectativas en la comunidad cinematográfica internacional, mientras que Carajita ya viene recorriendo un camino de éxitos con su paso por el festival de San Sebastián.
“Agradecido con el público internacional que asistió al estreno mundial de Perejil, una película importante y necesaria. Con este premio espero seguir llevando este tipo de cine a más lugares, generar debates sanos y necesarios para que hechos como lo que se cuentan allí no se repitan nunca más”, expresó José María Cabral.
Por su lado, “Carajita”, un drama que toca importantes temas raciales y sociales en Latinoamérica, se llevó a casa el premio de USD $10,000 de HBO como Largometraje Iberoamericano, patrocinado por Warner Media.
“Seguimos cosechando éxitos con este proyecto que vimos nacer como un sueño junto a Alexandra, Silvina y Ulises y convertirse en realidad, estamos muy agradecidos y esperamos que el buen cine latinoamericano, y sobre todo el dominicano, siga conquistando las pantallas y los festivales de todo el mundo”, indicó Ulla Prida, una de las productoras de Carajita.
El festival de Cine de Miami se celebró del 4 al 13 de marzo con la participación de más de 120 proyectos audiovisuales de 35 países entre largometrajes, cortometrajes y documentales, donde la industria cinematográfica dominicana vive uno de sus mejores momentos, pasando de un promedio de dos largometrajes al año antes del 2010, a más de veinte por año.