Gran consternación causó la muerte de un niño de 12 años quién decidió acabar con su vida tras sufrir bullyng en su escuela en los Estados Unidos.
Los familiares del pequeño decidieron contar lo sucedido para crear conciencia en padres de familia y estudiantes.
El pasado 9 de febrero, la vida de Samie y Andrew Hardman cambió en cuestión de segundos. “Cada vez que cierro los ojos por la noche, escucho ese grito ‘Drayke! Drayke!’”, cuenta el padre Andrew Hardman.
“La enfermera me dijo ‘sí lo vamos a salvar, este es el momento’ y mi instinto fue gritar ‘salva a mi bebé!'”, cuenta Samie Hardman, madre de Drayke.
Según sus padres, es el devastador resultado de un año de soportar agresiones físicas y emocionales por parte de uno de sus compañeros de clase.