AFP.- La instalación de dos legislaturas paralelas en Honduras, cada una liderada por distintos presidentes del Congreso, extendió el martes la crisis política que opaca la asunción de la izquierdista Xiomara Castro y sus planes de gobernabilidad.
En el edificio del Poder Legislativo tomó posesión el diputado Luis Redondo, quien tiene el apoyo de Castro y de las filas leales al partido Libertad y Refundación (Libre). La sesión contó con la presencia de una escolta de cadetes de las Fuerzas Armadas, como ya habían adelantado los altos mandos castrenses, en una señal de reconocimiento a la autoridad de la presidenta electa.
En tanto, en forma paralela y vía Zoom, Jorge Cálix también instaló su legislatura como jefe del Congreso, con una veintena de diputados disidentes de Libre y la mayoría de los diputados de los derechistas Partido Nacional y el Partido Liberal, opositores a Castro.
En esta sesión virtual participaban más de 70 diputados titulares de los 128 que tiene el Legislativo. En el caso de Redondo, el quorum fue completado con diputados suplentes, entre ellos varios reemplazantes de los rebeldes.
La crisis se desató el último fin de semana luego de que un grupo de disidentes de Libre desconocieran un acuerdo con el Partido Salvador de Honduras (PSH), cuyo apoyo fue clave para ganar las elecciones de noviembre pasado. El pacto comprometía el apoyo a Redondo, del PSH, como jefe del Legislativo.
Los disidentes eligieron a Cálix, porque consideran que el Congreso debe ser presidido por Libre, porque es el partido con más diputados, 50. Los leales a Castro eligieron a Redondo aunque pertenece a otra fuerza política para respetar el pacto electoral y garantizar la gobernabilidad.
“Cuenta con mi apoyo con franqueza, para que pase a la historia como la mejor presidenta que ha tenido este país”, dijo Cálix a Castro en su discurso de instalación el martes, pese a los desacuerdos y a haber sido expulsado del partido, junto con los demás disidentes.
Aseguró que respaldará toda su agenda de lucha contra la corrupción y combate al narcotráfico, dos de los males que agudizan la pobreza en el país.
Ambos bandos se acusan de haber cometido ilegalidades en sus respectivas designaciones, aunque mantienen el diálogo.
Castro, esposa del derrocado expresidente Manuel Zelaya, ya ha invitado a Redondo a colocarle la banda presidencial el jueves 27 de enero, en la ceremonia que se realizará en el Estadio Nacional.
“Creo que habrá una negociación producto de este diálogo, Y uno de los escenarios es que haya una tercera persona que asuma la dirección (del Congreso), producto de una negociación”, dijo a la AFP Ernesto Paz, excanciller del gobierno de Zelaya.