Según un informe, el Gobierno de EE.UU. había rechazado una propuesta que preveía la realización de 732 millones de pruebas rápidas al mes.
El especial televisivo de EE.UU. ‘Espíritu de la Navidad’, que se llevó a cabo el martes por la noche en la Casa Blanca ha sido tachado de “extraño” y criticado en las redes como un intento de distraer de los fracasos del Gobierno frente a la crisis del covid-19.
Los festejos se llevaron a cabo en un momento en que el presidente estadounidense, Joe Biden, es objeto de críticas por no haber proporcionado las suficientes pruebas rápidas de coronavirus gratuitas a tiempo, para enfrentar una nueva ola de contagios que se prevé en enero.
El Coro de Enfermeras de Northwell Helth se presentó en el evento de la Casa Blanca cantando ‘We Need a Little Christmas’. Las imágenes se hicieron virales en las redes sociales esta semana y muchos se apresuraron a comentar sobre su actuación, en las que algunas enfermeras aparecían sin mascarilla.
El evento navideño también contó con la presencia de la primera dama, Jill Biden, a quien también se la ve sin cubrebocas.
Usuarios de Twitter y medios de comunicación conservadores expresaron su frustración por el tono de la celebración después de que las personas han pasado por casi dos años de pandemia sin un final a la vista, además del aumento de casos en todo el país por la variante ómicron.
“Nada dice ‘pandemia mortal, hospitales sobrecargados, ¡ciérrenlo todo!’, como el coro de enfermeras se toma el tiempo para aprender una canción y bailar y actuar en la Casa Blanca para sus amos del régimen”, escribió Benny Johnson, director general de Turning Point USA.
“Video de enfermeras bailando en medio de una pandemia: de mal gusto y sin ton ni son […], insensibilidad que roza lo obsceno”, comentó otro.
Otra usuaria calificó al evento de propaganda y dijo que la administración y los funcionarios de salud debían centrarse en detener el esparcimiento de la nueva variante.
Según un informe publicado por Vanity Fair, el Gobierno de Biden había rechazado una propuesta que preveía la realización de 732 millones de pruebas rápidas al mes, para que todos los estadounidenses pudieran tomarlas en sus domicilios, con el fin de evitar la oleada de infecciones que está causando estragos en esta época de festejos.
RT