Una corte federal de apelaciones falló el jueves en contra de un intento del expresidente Donald Trump por evitar que la comisión de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero tenga acceso a ciertos documentos.
En un fallo de 68 páginas, el panel de tres jueces descartó los distintos argumentos que presentó Trump para bloquear —escudándose en el privilegio del poder ejecutivo— registros que la comisión considera vitales para su investigación sobre los acontecimientos previos al asalto del Capitolio, con el que se pretendió revertir los resultados de los comicios presidenciales de 2020.
La jueza Patricia Millett, quien redactó el fallo en nombre del tribunal, dijo que el Congreso tenía “intereses vitales únicos” en su estudio de los sucesos del 6 de enero y dijo que el presidente Joe Biden había presentado una determinación “cuidadosamente argumentada” de que los documentos eran de interés público y que no debería invocarse el privilegio ejecutivo.
Trump tampoco pudo demostrar que la difusión de los documentos solicitados causara algún daño, escribió Millett.
“En las actas que nos fueron presentadas, el expresidente Trump no ha proporcionado fundamento alguno para que esta corte invalide el discernimiento del presidente Biden y el acuerdo y los arreglos negociados entre las ramas políticas en torno a estos documentos”, se asegura en la opinión.
“Ambas Ramas coinciden en que existe una necesidad legislativa única por estos documentos y que son relevantes directamente a la pesquisa de la Comisión sobre el ataque al Poder Legislativo y a su papel constitucional en la transición pacífica de poderes”, añadió.
La corte de apelaciones determinó que el interdicto que ha impedido que los Archivos Nacionales y Administración de Documentos entreguen los registros solicitados expirará en dos semanas, o cuando la Corte Suprema emita un fallo sobre la apelación que se prevé interponga Trump, lo que ocurra más tarde. Los abogados de Trump también pueden solicitar que todo el tribunal de apelaciones revise la causa. Siete de los 11 jueces de la corte fueron designados por mandatarios demócratas y cuatro por presidentes republicanos.
La portavoz de Trump, Liz Harrington, dijo después del fallo: “Sin importar la decisión de hoy por parte de la corte de apelaciones, este caso siempre estuvo destinado a la Corte Suprema. El deber del presidente Trump de defender la constitución y a la oficina de la presidencia continúa y seguirá luchando por cada estadounidense y por cada futuro gobierno”.
El tribunal escribió: “El privilegio que está siendo convocado no es un privilegio personal que pertenezca al expresidente Trump; lo cuida a beneficio de la república. Los intereses que protege el privilegio son los mismos de la presidencia, no los del expresidente Trump de forma individual y el presidente ha determinado que la difusión inmediata promoverá, no perjudicará, los intereses nacionales y que su demora es, por sí misma, perjudicial”.
La corte también elogió el “juicio calibrado” de Biden al trabajar con el Congreso y los Archivos para sopesar las preocupaciones en torno al privilegio, indicando que “no tiene semejanza alguna con la ‘exención amplia y sin límites’ del privilegio ejecutivo que asegura el presidente Trump”.
Biden hizo que la comisión aplazara sus solicitudes de algunos documentos previos que pudieran estar protegidos por el privilegio y los funcionarios anticipan que más documentos en tramos subsecuentes estarán sujetos al mismo resultado.
La comisión de la cámara baja no respondió de momento a una solicitud de comentarios, pero la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, emitió un comunicado en el que dijo: “Hoy las cortes han rechazado nuevamente la campaña del expresidente para obstruir la investigación del Congreso sobre la revuelta del 6 de enero. A nadie se le debe permitir ponerse en el camino de la verdad y menos al presidente anterior, quien incitó la insurrección”.
Trump demandó a la comisión que investiga el 6 de enero y a los Archivos Nacionales para tratar de impedir que la Casa Blanca permitiera la difusión de los documentos relacionados con el asalto. Biden había ordenado prescindir del privilegio ejecutivo en el caso, en su posición como presidente en funciones.