El dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Guido Gómez Mazara, afirmó que el gobierno “tiene que incrementar el rostro social en sus acciones y darle mayor visibilidad a la gente que tenga un mayor sabor a pueblo”, empleando a la base en posiciones en la administración.
En ese sentido manifestó que 54,000 miembros integran la estructura dirigente y fundamental del PRM y en su opinión “el Estado tiene la oportunidad de colocarlos. Esa es la verdad”, manifestando que en otros mecanismos, el gobierno ha tenido una actitud que no se corresponde con gente que tenía 16 años abajo y un año más, 17.
Entrevistado por el periodista Pablo McKinney en su programa televisivo para Color Visión, Gómez Mazara afirmó que en muchas ocasiones se pide una paciencia desde el gobierno que no se corresponde con el día a día de la base social electoral del PRM.
“A los compañeros de la base del partido tú no le puedes pedir más paciencia porque los 16 años abajo le generaron la sensación de que iban a ser insertados y lo que más molesta a los compañeros es que en una demarcación, su rival político, que se burló de ellos por 16 años, que en el puesto de votación siempre le ganaba, todavía tenga un puesto en el gobierno y ellos no”, puntualizó.
Argumentó que hace siete años “comenzamos a armar este partido y ahora no se puede alegar que los miembros no tienen capacidad para ocupar posiciones en el gobierno”.
En ese orden recordó que en los gobiernos del PRD los presidentes de la República mantuvieron un equilibrio entre gente extrapartido y de clase alta en posiciones de la administración, con personas de las bases y barrios de extracción popular.
“Las dos rupturas con la base social que ha tenido históricamente el partido que hoy es el PRM son por tener al frente a funcionarios que no son del partido”, aseguró.
En materia de modernización partidaria, Gómez Mazara consideró que hay que generar un impulso democrático en el PRM y como planteó José Francisco Peña Gómez, el que sea funcionario tiene que pedir una licencia si quiere asumir posiciones dirigentes en el partido para que la maquinaria funcione.
Además, propuso que el 20 por ciento de los fondos que recibe por ley el PRM se distribuya entre las bases municipales para ellas tengan locales y asuman las tareas de construcción partidaria, así como dedicar 5 por ciento a la formación política, que hoy es nula. Favoreció, además, que en la reforma estatutaria se establezca que los miembros del PRM solo puedan ocupar las mismas posiciones públicas por dos períodos para que haya movilidad, lo que impediría que un dirigente se constituya en una autoridad inamovible.
Consideró que lo correcto es que si el presidente de la República solo puede serlo por dos períodos, los alcaldes, regidores y legisladores, también lo sean por solo dos para dar oportunidad a otros dirigentes de aspirar.
Gómez Mazara alertó que los grupos económicos no tienen partido, “sino intereses”, por lo que no representan ningún blindaje político para nadie, lo que en cambio sí proporciona un partido con militantes formados y contentos con su gobierno.
Gómez Mazara manifestó que a pesar de que las autoridades de los partidos políticos, según la ley, duran solo cuatro años que en el caso del PRM vencen en abril, mantiene actividades de contacto ofreciendo charlas a las bases porque la dirección ha prohibido cualquier promoción de candidaturas internas.
Al mismo tiempo, el alto dirigente del PRM y aspirante a presidir la organización, señaló que el gobierno ha sorteado con éxito tres grandes desafíos, como son la Covid-19, la peste porcina africana y la carga que representa el tema haitiano, “pero hay que dotar a la militancia partidaria de las herramientas y los conocimientos para que defienda el cambio”.
“El número de parturientas extranjeras ha aumentado de 18 a 30 por ciento entre 2018 y 2021”, expresó el dirigente político, tras destacar que el país lo ha hecho con una inversión en Salud de 2.2 por ciento del PIB, mientras que el promedio de América Latina es 5%.
Destacó la calidad técnica del equipo económico del gobierno, encabezado por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien tiene “el conocimiento, las herramientas y la experiencia para conducir correctamente la economía”.