Nimotuzumab: El medicamento cubano contra el cáncer que reduce secuelas pulmonares del COVID-19

Nimotuzumab: El medicamento cubano contra el cáncer que reduce secuelas pulmonares del COVID-19

Reportaje del diario Cubadebate

CUBA.- El anticuerpo monoclonal humanizado Nimotuzumab, es un medicamento cubano contra el cáncer que reduce las secuelas pulmonares de la COVID-19.

La Doctora en Ciencias Tania Crombet Ramos, directora de Investigaciones Clínicas del Centro de Inmunología Molecular, es clara en su explicación: “A diferencia de otras moléculas innovadoras que hayamos usado en la covid, este anticuerpo pudiera tener no solo un rol importante antiinflamatorio”.

“El Nimotuzumab pudiera impactar además en la mejoría del trastorno de coagulación que acompaña a la covid, o pudiera prevenir o revertir la fibrosis pulmonar, ya que el receptor del EGF (factor de crecimiento epidérmico) es una de las proteínas centrales que participan en la proliferación celular y en la reparación del tejido que tiene que ocurrir como consecuencia del daño producido por el virus”, sostuvo.

¿Pero qué es el Nimotuzumab? Explicó la científica que es un anticuerpo monoclonal que bloquea o inhibe el factor de crecimiento epidérmico, que es un blanco muy validado en oncología. 

Como consecuencia de este bloqueo se produce una inhibición de la proliferación descontrolada de las células tumorales, de la formación de nuevos vasos, de la metastización, que es la diseminación tumoral, además de la inducción de la apoptosis, que no es más que la muerte de las células tumorales. El monoclonal además activa el sistema inmunológico.

“Contrario a otras moléculas que reconocen el mismo blanco, el Nimutozumab es una molécula muy segura. Esta es una de sus grandes ventajas, pues reconoce de forma preferencial las células tumorales y no el tejido normal, que tiene una expresión más baja del receptor de EGF y se puede usar en combinación con otras terapias oncológicas como la irradiación y la quimioterapia, aunque también se puede usar como monoterapia”, añadió la experta.

El pasado 25 de agosto la Doctora en Ciencias Tania Crombet Ramos presentó ante la dirección del país parte de los resultados parciales del uso del Nimotuzumab, en pacientes con enfermedad severa de COVID-19.

Doctora en Ciencias Tania Crombet

A más de 600 kilómetros de La Habana, en el municipio de Guáimaro, el camagüeyano Marlon Silva Acosta estaba a punto de recibir las bondades de un fármaco que no vacila en asegurar “le salvó la vida”.

Entonces, en el encuentro semanal que se realiza hace casi dos años con los científicos y expertos que participan en las actividades de ciencia e innovación tecnológica en el enfrentamiento al SARS-CoV-2, la doctora Crombet Ramos informaba:

“El anticuerpo monoclonal fue seguro en el tratamiento a estos pacientes, demostrando en ellos una mejoría en la función ventilatoria, una disminución en los marcadores de inflamación, y una mejoría radiológica o estabilización de la neumonía intersticial multifocal en el 80% de los pacientes al séptimo día de tratamiento. Demostró, además, evidencias de prevención o mejoría de las lesiones fibróticas y una alta tasa de recuperación en pacientes graves”.

Todo lo que Marlon Silva viviría desde el 15 de agosto, cuando comenzó con síntomas respiratorios y por indicación de la doctora del consultorio del médico de la familia acudió a realizarse el día 18 un test rápido, corroboraría los datos aportados por la científica sobre este producto biotecnológico, desarrollado por el Centro de Inmunología Molecular (CIM).

“Ahí mismo resulté positivo. Entonces me remitieron para el hospital de campaña del centro de sospechosos de la ESBEC de Guáimaro”, comentó Marlon a Cubadebate casi dos meses después de que pasara por esa “pesadilla”.

Estuvo allí hasta el día 22, pues hasta ese momento no le habían detectado ruidos pulmonares cuando se le auscultaba. Recibió una primera dosis del Interferón y comenzó tratamiento con Azitromicina, dijo.

“Ese mismo día el clínico, en el pase de visita, me detecta ruidos crepitantes en la base del pulmón y me remite para el hospital, pero la sala covid estaba ocupada completamente. Por eso me llevaron para el hospital de campaña del hotel de Guáimaro, para una mejor atención”, rememoró.

“Ya yo había presentado, además de la fiebre, pérdida del apetito, del gusto y del olfato, pero sobre todo la fiebre era muy alta y se mantenían los ruidos respiratorios detectados por el clínico”.

Fue en el hotel que Marlon comenzó a sentir falta de aire. El día 25, luego de realizarse la primera radiografía, es enviado de inmediato al Hospital Municipal de Guáimaro, Manuel Enrique Cardoso.

El día 26, en el cambio de guardia, el doctor Daniel le informa de la posibilidad de tratarlo con el medicamento Nimotuzumab. “Ya yo había recibido dos dosis de interferón. El doctor me explica que, por mi condición de grave, calificaba para el uso de emergencia del Nimotuzumab, pero tenía que dar mi consentimiento. Hicimos las formalidades e inició el tratamiento con este fármaco y gracias a Dios lo asimilé bien. Debo agradecer también a la rapidez con que este doctor ʹse movióʹ, como decimos los cubanos, e inició el tratamiento con ese anticuerpo monoclonal”, confesó.

“En un paciente con neumonía los resultados son formidables”, asegura vía Whatsapp la doctora Leonor Porto Franco, especialista de primer grado en Geriatría y Gerontología, máster en Longevidad y profesora auxiliar de la Facultad de Medicina del Hospital Amalia Simoni, de la ciudad de Camagüey, cuando indagamos por su experiencia en el uso de este anticuerpo.

“Comenzamos a utilizar el Nimotuzumab a finales del mes de julio  y hasta ahora son excelentes sus resultados, pocas reacciones adversas que se solucionaron sin medicación. Lo importante de su administración es que debe ser precoz”, afirmó la especialista.

De acuerdo con Porto Franco, el medicamento ha sido utilizado en un total de 110 casos y muy pocos pacientes fallecieron. “Todas estas personas llegaron en franco periodo inflamatorio con una enfermedad avanzada, pienso que el éxito del tratamiento está en su precocidad y la aplicación correcta del protocolo”, insistió.

Con la doctora Leonor coincide el doctor Raity Hernández Fernández, especialista en terapia intensiva y emergencia del hospital militar de Matanzas Mario Muñoz Monroe.

“El Nimotuzumab llegó en julio a nuestro centro hospitalario. En un contexto en qué la situación en el país y sobre todo en Matanzas estaba bien compleja. Muchos casos diagnosticados diarios, con un gran número de los mismos arribando directo de casa a sala de cuidados intensivos y sala de unidad de vigilancia intensiva”, rememoró el entrevistado.

El índice de ocupación de las UCI era bien elevado, repondiendo a un fenómeno difícil de hiperinflamación y desarrollo de formas graves críticas y la muerte en muchos pacientes por daño multiorgánico y fenómenos trombóticos, dijo.

Refirió el especialista que como estrategia científica y teniendo en cuenta la necesidad imperiosa de un medicamento que frenara dicha hiperinflamación, se decidió realizar un ensayo clínico con este anticuerpo monoclonal. Tras evaluar la mejoría clínica de los casos graves, dada por la no progresión a estados críticos, se decidió incluir en el protocolo nacional, sostuvo.

La experiencia respecto al uso del anticuerpo monoclonal que llegó a su provincia en un momento crítico por el alza de los contagios, es igual de satisfactoria para el doctor Yaikiel Díaz Morales, clínico, vicedirector del hospital militar de la provincia de Villa Clara.

“Nuestro hospital fue pionero en el enfrentamiento a la covid-19 cuando inició la pandemia el pasado año así como en el uso de algunos medicamentos de innovación de nuestro país, como el también anticuerpo monoclonal Itolizumab, del Centro de Inmunología Molecular (CIM) que nos dio muy buenos resultados. Fuimos capaces de comenzar a utilizarlos en salas de cuidados mínimos para pacientes que eran de alto riesgo”, dijo.

Desde el año 2002 el Nimotuzumab obtuvo su registro sanitario en la indicación de cáncer avanzado de cabeza y cuello. También ostenta registro en otras indicaciones como son tumores nasofaríngeos, que es un subsitio diferenciado dentro del cáncer de cabeza y cuello, los tumores de esófago, el cáncer de páncreas y el cáncer de pulmón de células no pequeñas.

También se pueden beneficiar con este producto los pacientes portadores de tumores cerebrales, particularmente aquellos clasificados como glioblastomas multiformes o astrocitoma anaplásico, y tumores de tallo cerebral en el caso de la población pediátrica.

Respecto al uso de este monoclonal en enfermos de covid-19, explicó que se hizo un ensayo clínico entre los meses de mayo y junio en los hospitales Julio Trigo y Salvador Allende de la capital, y al finalizar esta investigación el Nimotuzumab se incorporó al protocolo cubano de manejo de la covid-19. Actualmente se usa en el tratamiento del paciente grave y el paciente moderado con alto riesgo de agravamiento, que tenga evidencia de lesiones pulmonares.