AFP.-El ex enviado especial de Estados Unidos a Haití, quien renunció el mes pasado en protesta por medidas del gobierno de Joe Biden, dijo que Washington se equivocó al respaldar al primer ministro haitiano Ariel Henry, considerando que no tiene credibilidad.
Cuando se le preguntó en una audiencia en el Congreso si el gobierno de Henry podría permanecer en el poder sin el apoyo de Estados Unidos, Daniel Foote, un diplomático de carrera, respondió: “No creo que sobreviva ni un minuto”.
Henry fue nombrado apenas dos días antes del asesinato, el 7 de julio, del presidente Jovenel Moise, quien había estado gobernando por decreto, marcando el comienzo de una nueva crisis en la nación más pobre de América, ya golpeada por una violencia desenfrenada y desastres naturales.
En virtud de un acuerdo alcanzado a finales de julio, se encomendó a un nuevo gobierno la tarea de organizar nuevas elecciones.
Henry se convirtió en el favorito después de que los embajadores de Estados Unidos, Francia y otros en Puerto Príncipe lo apoyaran en una declaración conjunta.
Foote dijo que no guarda rencor personal contra Henry, pero cree que “el consenso es casi unánime” entre los haitianos de que el primer ministro pertenece a un partido que tiene la culpa de los problemas de Haití.
“Los haitianos (…) no están contentos y no ven al actual gobierno interino como creíble”, afirmó Foote al testificar ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Foote sostuvo que los funcionarios de la administración Biden habían apoyado “casi ciegamente” a Henry, ya que se sentían “nerviosos” por demasiados cambios de gobierno en el atribulado país.
Foote, un experimentado diplomático que estuvo solo dos meses en su cargo como emisario, señaló que este tema contribuyó a su renuncia.
El legislador demócrata Andy Levin le dijo a Foote que estaba “furioso” porque Estados Unidos perdió lo que él llamó una oportunidad histórica de involucrar a la sociedad civil y, en cambio, bendijo a un designado de Moise, quien había liderado una “cleptocracia, una gangsterización” de Haití.
El congresista instó a la administración Biden a alentar una “transición real” en Haití “y no sólo para un espectáculo de regreso a un gobierno democrático”.
“Creo que nuestra política actual no respeta y no ve al pueblo haitiano, algo que nuestro país ha hecho una y otra vez”, opinó Levin.
En una carta el mes pasado, Foote señaló que no podía apoyar las deportaciones masivas de haitianos bajo el mandato de Biden, en medio de la indignación generalizada por imágenes de guardias montados a caballo reprimiendo a migrantes en la frontera sur estadounidense.
La subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, respondió que su explicación no era cierta y señaló que Foote había propuesto enviar al ejército estadounidense a Haití, una medida que, según ella, no “resolvería la terrible situación” en el país caribeño.