Asamblea de ONU en tiempo difícil

Asamblea de ONU en tiempo difícil

La Asamblea General de la ONU inició el pasado martes su 76 período de sesiones en situación tan compleja que se dudó hasta el último momento si se haría de manera presencial, algo con lo que ni siquiera el país anfitrión estaba de acuerdo.


Incluso, luego de haberse decidido su celebración, altos cargos del gobierno estadounidense instaron a que al menos los eventos alternos se realizaran de forma virtual.

Lo que se ha querido evitar es la concentración de delegaciones y viajantes en Nueva York para que no aumente el riesgo de contagio por la pandemia.

De todas maneras, muchas de las misiones de las 192 naciones convocadas estarán en el cónclave, incluida la dominicana encabezada por el presidente Abinader, aunque sigue abierta la opción para que los gobernantes puedan entregar un discurso grabado.

Será un período de sesiones peculiar por la COVID-19, y también por la vigencia de varias crisis globales como la climática y las tensiones entre los dos colosos del mundo, China y Estados Unidos.

Pero inconvenientes aparte, la Asamblea General no pasa de ser un escenario de discursos altisonantes, empezando por el del secretario general que esta vez marcó la tónica en la apertura al resaltar un tema harto manoseado como la desigualdad y el ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres.

La gran paradoja de esa brecha es que, cuando se agranda, como lo sugiere António Guterres, hay prosperidad y progreso al menos en uno de sus polos, y nunca es el de los pobres.

Más grave todavía: mientras la brecha entre ricos y pobres se agranda, la riqueza se concentra cada vez en menor cantidad de manos.

Deseamos éxitos al presidente dominicano en su visita de amplia agenda a Nueva York y en su intervención en el Debate General.

Pero sin albergar ninguna expectativa de lo que a su regreso pueda traer en la alforja, porque no es de ahora que ese cónclave perdió su brillo; es solo un ámbito donde todos hablan pero nadie escucha, y aunque se discute y se sacan conclusiones, tampoco existe ningún mecanismo para llevarlas a la práctica.