AFP.- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, presentó este lunes al Congreso un proyecto para cambiar el nombre del programa social Bolsa Familia, uno de los más populares del gobierno Lula, y aumentar su bono en un 50%, de cara a las elecciones de 2022.
La ampliación del programa, que depende de otras votaciones en el Congreso, ocurre en medio de una erosión de la popularidad del mandatario ultraderechista, que aspira a un segundo mandato.
“Sabemos que la pandemia [de coronavirus] causó una inflación en los alimentos en todo el mundo, entonces no podemos dejar de asistir a los más vulnerables. Ya decidimos una propuesta mínima de 50% [de aumento] para el Bolsa Familia, que ahora se llama Auxilio Brasil”, dijo Bolsonaro al entregar personalmente el decreto-ley al presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira.
Bolsonaro estaba acompañado por su ministro de Economía, el liberal Paulo Guedes, y el jefe de gabinete, Ciro Nogueira.
Creado en 2003 por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y clave de su popularidad durante sus dos mandados (2003-2010), el programa Bolsa Familia actualmente entrega un promedio de 190 reales (36,5 dólares) a unos 14,6 millones de brasileños pobres.
Con su sustituto, llamado Auxilio Brasil, el gobierno prevé aumentar el bono a unos 300 reales y beneficiar a más de 16 millones de brasileños.
El monto exacto del beneficio y los recursos que alimentarán el Auxilio Brasil deberán ser definidos en los próximos meses, una vez que sea aprobado el presupuesto de 2022, que el Ejecutivo debe presentar antes del 31 de agosto.
El gobierno aspira a que el Auxilio Brasil entre en vigor en noviembre, después de que concluya en octubre la entrega de ayudas de emergencia debido a la pandemia, que solo en 2020 le costó a las arcas del estado 230.980 millones de reales (casi 45.000 millones de dólares, al cambio promedio de ese año).
El presidente ultraderechista registra la peor aceptación desde que asumió el poder en enero de 2019 y los últimos sondeos apuntan que sería derrotado por Lula si ambos se enfrentaran en el próximo pleito.
El gobierno además es investigado por posibles omisiones en el manejo de una pandemia que deja más de 560.000 brasileños fallecidos y Bolsonaro enfrenta una investigación judicial por sospechas de prevaricación, por supuestamente no denunciar indicios de corrupción en la compra de vacunas anti-covid.
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