AFP.- El presidente estadounidense, Joe Biden, recibe este viernes al jefe de gobierno japonés, Yoshihide Suga, en su primera cumbre presencial en la Casa Blanca, en la que se espera revelen una iniciativa de 2.000 millones de dólares sobre 5G, clave en la competencia estratégica contra China.
La elección del líder japonés como primer invitado distinguido en Washington no es azarosa: refleja la prioridad que el nuevo mandatario estadounidense da a los aliados más cercanos de Estados Unidos para formar un frente común ante el poder de Pekín: el principal desafío geopolítico identificado por el demócrata.
“Estados Unidos sólo puede ser eficaz en Asia cuando la relación entre Estados Unidos y Japón es sólida y Japón, estable”, dijo un alto funcionario estadounidense a periodistas antes de la reunión.
Además, agregó que Japón anunciará “un compromiso muy sustancial” de 2.000 millones de dólares, en alianza con Estados Unidos, “para trabajar sobre el 5G y las próximas etapas”.
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump lanzó una campaña para presionar a varios países a que renuncien a utilizar los equipos del gigante chino Huawei, que se ha consolidado como líder en el despliegue de la quinta generación de redes móviles.
El gobierno de Biden parece decidido a continuar esa ofensiva de su predecesor.
De acuerdo con lo previsto, los dos líderes también discutirán las crecientes tensiones sobre Taiwán, que denuncia acciones cada vez más hostiles por parte de Pekín.
“Ninguno de nuestros países quiere que las tensiones se intensifiquen o provoquen a China, pero sin embargo estamos tratando de enviar una señal clara de que ciertas acciones de China” son “contrarias al mantenimiento de la paz y la estabilidad”, dijo el alto funcionario estadounidense.
– “Desafíos fundamentales” –
La fuente señaló que la retirada de Estados Unidos de Afganistán, anunciada esta semana por Joe Biden, “liberará tiempo, atención y recursos” de Estados Unidos, para centrarse en “los desafíos fundamentales del siglo XXI, que se encuentran en la región indo-pacífica”.
El primer ministro japonés también será consultado sobre la estrategia del nuevo gobierno estadounidense frente a Corea del Norte, antes de la visita del presidente surcoreano Moon Jae-in, prevista para mayo en Washington.
De cara a la gran cumbre climática virtual que tendrá lugar dentro de una semana, el presidente demócrata también conversará con Yoshihide Suga acerca de los objetivos de Japón en la lucha contra el cambio climático.
Esta primera cumbre bilateral del 46º presidente estadounidense, que se lleva a cabo solo tres meses después de su llegada al poder debido a las restricciones de salud vinculadas a la pandemia, será observada de cerca para destacar los probables contrastes con los encuentros a menudo accidentados de Donald Trump con sus homólogos.
Está prevista una rueda de prensa conjunta para la tarde.
Pero es probable que Yoshihide Suga permanezca en guardia contra el intento estadounidense de involucrar de lleno a Japón en su confrontación con China: la economía japonesa todavía depende en gran medida del comercio con Pekín.
Tokio se ha abstenido así en los últimos meses de sumarse a las sanciones estadounidenses contra la represión de los musulmanes uigures por parte de las autoridades chinas.
Según Michael Green, exasesor del expresidente George W. Bush sobre Asia y actual vicepresidente del Centro para los Estudios Estratégicos e Internacionales, “la administración Biden está preocupada por la creciente agresividad de China y el terreno perdido por Estados Unidos en la región en los últimos años, y por ello quiere “recuperar rápidamente el tiempo perdido”.
Japón, por su parte, quiere seguir metódicamente una estrategia más cautelosa. “Así que hay algunos matices en la manifestación pública de sus posiciones, pero en general van en la misma dirección”, evaluó.