Cuando se conocieron las fotos del padre Alberto Cutié besándose y compartiendo con una mujer en la playa, este sacerdote, uno de los más queridos en Latinoamérica, se generaron comentarios y críticas sobre la labor que realizaba y se le cuestionó por la forma en la que se involucró con una mujer.
Para él fue liberador, según le dijo a People en español: “El día que salieron las fotos fue para mí muy liberador poder decir: ‘Sí, estoy enamorado, esto pasó’”.
Ya el padre Cutié celebra 12 años de casado con Ruhama Buni Canellis, la mujer guatemalteca que conoció en la iglesia en la que trabajaba y con quien tiene 3 hijos.
Con la idea de conformar una familia y tener un lazo mayor de unión, decidió retirarse de la Iglesia católica y continuar con su vocación religiosa en la iglesia anglicana, donde se permite que los sacerdotes se casen.
Ruhama le compartió al medio que aún se conmueve al recordar el julio del 2009 en el que el amor de su vida la llevó al altar para convertirla en su esposa. “Fue muy intenso porque había muchas emociones encontradas. Recuerdo que tenía un dolor de cabeza inmenso, casi me desmayo del dolor de cabeza y de los nervios”.
“También recuerdo haber visto a mi esposo en el altar y es como haber estado en un cuento de hadas. A pesar de todo lo que estaba pasando —que mucha gente estaba a favor y mucha gente en contra— nosotros estábamos haciendo en nuestra mente y nuestro corazón lo que Dios realmente quería que hiciéramos, porque al final Dios es amor y nosotros nos amamos”, apuntó.
Justamente, esta relación que comenzó como un amor prohibido es sólido en la actualidad. Hoy, el padre Alberto alterna su tiempo compartiendo con la familia y liderando la iglesia episcopal de St. Benedict’s en Plantation, en La Florida (Estados Unidos).
Ruhama recuerda que fue atacada por la relación y por ser una mujer divorciada, madre soltera, que sedujo a un sacerdote. “Realmente fue muy duro porque dijeron cosas que no eran verdad. Yo estaba pensando que me podían hasta matar, estaba sufriendo muchísimo porque no sabía qué podía pasar con mi hijo, que estaba en un colegio católico”.
Su hijo, Christian, tenía 14 años cuando se casaron y es considerado por Cutié como su hijo. Además de él, la pareja tiene dos hijos más: Camila, de 10; y Alberto, de 8, además de que tienen un perro llamado Einstein.
Contrario a lo que pensaron muchos, la relación no fue pasajera sino que se sigue fortaleciendo día a día. “Es un líder no solamente religioso, sino también en la casa. Él siempre ha sido muy buen papá, buen esposo, buen amigo”, dice Ruhama de 47 años.
El padre de 51 años reconoce que sin su esposa y sus hijos “hubiese sido una vida incompleta”.
Y aunque estuvo alejado de las cámaras durante más de diez años, decidió regresar a la televisión en el programa en Hablando claro con el Padre Alberto. Sobre el show compartió que “trata sobre los temas importantes para la comunidad en este momento difícil: tu familia, tu vida, tu matrimonio, tu trabajo. Trato de traer a los mejores expertos para tratar todos esos temas y lo veo como un show de autoayuda”.
Agregó que este espacio marcará la diferencia al tratar “los temas de la actualidad de una forma fresca, dinámica, y tratando de ir al corazón de las dificultades de la comunidad latina, aquí en Estados Unidos y en todas partes”.
Y sobre su matrimonio y las críticas que recibieron al iniciar la relación señaló: “No importa lo que la gente diga, lo importante es lo que Dios piensa de uno y él conoce nuestro corazón”.