Nueva York, EE.UU. – El ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Vargas, presidió este sábado la reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde planteó que en Venezuela se verifica una crisis que amenaza la estabilidad política en la región a la que hay que buscarle una salida democrática, pacífica y de consenso.
Durante el encuentro, convocado de emergencia en la sede de la ONU, el canciller dominicano argumentó que la comunidad internacional está obligada a participar en este drama, porque están en juego los derechos humanos del pueblo venezolano “sometido a decisiones y acciones reñidas con los principios democráticos, y víctima de una escasez preocupante de alimentos, medicina y productos básicos, en medio de un clima generalizado de inseguridad”.
De entrada, sugirió la puesta en libertad de los presos políticos y la rápida convocatoria a elecciones con la participación de todos los partidos y dirigentes políticos.
En ese orden, el ministro de Exteriores propuso “producir los cambios institucionales necesarios que aseguren la imparcialidad del Consejo Electoral y la probidad e independencia del sistema judicial”.
Al mismo tiempo, consideró pertinente facilitar el flujo adecuado de artículos básicos de consumo “a fin de aminorar las consecuencias negativas de la escasez y la crítica situación económica”.
El canciller Vargas insistió en la misma posición que el país expuso el pasado jueves ante la Organización de Estados Americanos (OEA): apelar al diálogo como mecanismo válido para la solución pacífica de los conflictos, principio básico de la política exterior dominicana.
Recordó que en ese encuentro del Consejo Permanente de la OEA, República Dominicana recomendó que la ONU y otros organismos internacionales acompañen a los venezolanos en un diálogo que procure la reconciliación nacional.
El canciller puso de relieve que Santo Domingo acogió entre 2017 y 2018 el diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana, pero lamentó que esta iniciativa no lograra el éxito deseado porque “faltó voluntad política y sobró inflexibilidad por parte de los dos sectores”.
Finalmente, el ministro expresó que ambas partes desaprovecharon una preciosa oportunidad que le ofreció República Dominicana con el diálogo, para llegar a una salida pacífica, democrática y duradera.