El Papa expulsa del sacerdocio al cardenal McCarrick

El Papa expulsa del sacerdocio al cardenal McCarrick

Ciudad del Vaticano. EL PAIS- El excardenal estadounidense Theodore McCarrick, convertido en los últimos meses en el símbolo de la corrupción y los abusos a menores en la Iglesia de EE UU, ha sido sentenciado este sábado a la dimisión del estado clerical. El Vaticano le expulsa del sacerdocio, y el purpurado, de 88 años, vuelve así a la vida laica en una decisión histórica a puertas de la cumbre que esta semana se celebrará en el Vaticano con todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo para tratar la cuestión de las agresiones sexuales por parte del clero.

El Papa, con esta decisión estratégicamente anunciada, ha convertido la cabeza de McCarrick en un aviso para navegantes en la reunión que empieza el jueves y en la que participan unos 170 líderes religiosos. La reducción al estado laico es la pena más dura que contempla la ley canónica y el excardenal es el religioso de mayor rango en la historia reciente de la Iglesia católica sobre el que se ha impuesto. El mensaje que busca Francisco está claro: ya nadie es intocable.

La Congregación para la Doctrina de la Fe, el órgano que se encarga de juzgar estos asuntos, considera al expurpurado culpable de abusos a menores y a adultos con la agravante de abusos de poder, y por ello le impone la pena de la reducción al estado laical, se lee en el comunicado oficial. McCarrick (Nueva York, 1930) fue ordenado cardenal por Juan Pablo II y participó en el cónclave de abril de 2005 en el que fue elegido pontífice Benedicto XVI. En el siguiente, donde fue nombrado el actual Pontífice, ya tenía más de 80 años y no podía votar.

El caso McCarrick provocó este verano una de las mayores crisis en la Santa Sede de los últimos tiempos. Una tormenta que afectó directamente a Francisco.El excardenal y arzobispo de Washington entre 2000 y 2006, fue acusado de abusar sexualmente de menores y de comportamientos indebidos con jóvenes sacerdotes. El pasado 20 de julio un hombre rompió su silencio después de cuatro décadas y contó a The New York Times que el excardenal había abusado de él cuando era menor de edad. El Papa, ya en una histórica decisión entonces, le apartó del Colegio Cardenalicio (la última vez se remonta al 13 de septiembre de 1927) y le ordenó que permaneciese apartado de sus funciones y recluido hasta que se resolviera su situación en un proceso canónico.

Una semana después, sin embargo, el arzobispo y exnuncio en Washington, Carlo Maria Viganó, acusó en una carta a Francisco de haber encubierto durante años los abusos de McCarrick y pidió su renuncia. Los argumentos estaban llenos de imprecisiones y vaguedades y, en parte, escondían el rencor de Viganó por no haber llegado a ser cardenal. Pero aquellas 11 páginas sí pusieron al descubierto la laxitud con al que trataron los tres últimos papas una cuestión convertida en secreto a voces. La tormenta desatada derivó, entre otras cosas, en la cumbre que comienza esta semana (entre los próximos 21 al 24 de febrero) para tratar el tema de los abusos de una forma global. La cabeza de McCarrick será ahora el símbolo del inicio del encuentro.

Fuente: EL PAIS